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Por: Aurora Yee

El restaurante Barroco se ha convertido en un nuevo motivo para visitar Puebla, una ciudad que por sí sola envuelve gran tradición gastronómica. ¿Por qué? La atención de calidad, los detalles en cada platillo, una interesante propuesta culinaria; el espacio amplio, impecable y reconfortante, todo hace de tu estancia una experiencia memorable.

Otra parte del encanto de este lugar es el menú de degustación que se ofrece, el cual te cuenta una historia, en su mayoría inspirada en la exposición que se presenta en el Museo Internacional del Barroco. Esta vez, toca el turno al chile en nogada, disponible hasta el 15 de septiembre.

La sensación causada por este platillo no tiene precedentes. Llega el momento en que convergen en estación los ingredientes y así comienza la mágica temporada, la única meta, probar todas las propuestas y enaltecer una bella tradición.

Fui invitada a conocer el huerto del restaurante para después probar este especial de temporada. La tarea de diseñar un menú en el que el chile en nogada ceda a compartir su protagonismo es difícil, sin embargo, la cocina de Barroco lo logró, tomándolo como eje central y enriqueciendo mi experiencia con otros tiempos que siguen una línea armónica.

Barroco se ha distinguido por comenzar el trabajo de un platillo desde antes de cero,  con ello me refiero a todas las acciones que toman para poder ejecutarlo y ofrecerlo, tales como la investigación, experimentación, desarrollo y cultivo. La segunda parte (de cero en adelante) consiste en seleccionar los mejores productos, aplicar una buena técnica y transmitir una historia, crear una experiencia de la cual el chef ejecutivo, Alan Sánchez, se ha hecho cargo muy bien.

En una sección del Eco Parque Metropolitano, Barroco Restaurante formó un invernadero en el que colabora con biólogos, agrónomos y otros especialistas, gracias al cual obtienen cultivos propios, entre ellos, hermosos chiles poblanos que surtirán el menú de temporada.

El menú de degustación especial del chile en nogada comienza con una amenidad tricolor, texturas de poblano, jitomate de la sierra y pitahaya; reconforta el estómago con una sopa de lentejas estilo vanguardista que amarás hasta la última cucharada, se acompaña de esponja de epazote, verduras del huerto y caldo rústico; después llega elegante y altanero, el chile en nogada, demostrando que estas ante una magnífica ejecución; antes del postre se ofrece un sorbete y finalmente, una auténtica charola de dulces poblanos elaborados en casa: gaznate, molletón, mostachón, cocada, macarrón, duquesa, merengue poblano y mazapán. Tip para el final: el mollete poblano es delicioso, muy recomendable.

 

¡Te invito a disfrutar de esta experiencia! Queda poco tiempo.

¿Dónde?

En el interior del Museo Internacional del Barroco,

Reserva Territorial Atlixcáyotl No. 2501

Puebla, Puebla.

Reservaciones:

222 326 72 00

Fotografías: Aurora Yee

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