Hverabraud con salmón ahumado.
Hverabraud con salmón ahumado.

El mapa gastronómico de Islandia, al igual que el resto de los países nórdicos, está definido y limitado por su situación geográfica, así como por sus condiciones meteorológicas y orográficas. Puede ser que este país no destaque por su tradición gastronómica, a pesar de la óptima calidad de su materia prima, pero las experiencias culinarias existentes sí sobresalen por lo descomunal, inesperado y sorprendente de su naturaleza. Un gran ejemplo de esto es el tradicional “Hverabraud” también conocido como “Rúgbraud”, “Hot Spring Bread” o “Thunder Bread”.

Éste es un pan de centeno negro cuya receta partió de Dinamarca, viajó por Escandinavia y finalmente se adaptó y estableció en Islandia desde finales de 1800. Pasando de generación en generación, se ha elaborado en la región de Laugarvatn -a una hora de la capital Reykjavik-, sitio que cuenta con un spa construido alrededor de un lago de aguas termales en el cual su preparación es como aquella de las abuelas islandesas: colocando una masa -compuesta por una mezcla de harina de centeno, harina de trigo, azúcar, polvo para hornear, leche y sal- dentro de una olla hermética que se cubre con plástico, se entierra por 24 horas a 50 cm bajo arena negra caliente que, rodeada por vapores sulfurosos, da resultado a un denso y húmedo pan abizcochado de color oscuro y masa esponjosa que suele comerse caliente; acompañado de mantequilla y salmón o trucha ahumados. Definitivamente un alimento con sabor único que no se consigue en ningún otro lugar del mundo.

Islandia es una de las regiones con mayor actividad volcánica en el mundo -con 30 volcanes activos al mismo tiempo- lo que hace que su actividad geotérmica sea altamente aprovechada y el 99% de la electricidad de este país se produzca con este tipo de energías verdes. Los hornos geotérmicos naturales en los que este pan se hornea, suelen alcanzar temperaturas de 95º-100ºC (212ºF), logrando el punto de ebullición del agua y además, los seis que hay en el sitio, suelen compartirse entre los locales para cocinar lentamente otro tipo de platillos como cordero.

En el documental «Volcano Bread», que ganó el título de Best Super Short Film en la edición pasada del New York Food Film Festival, Alisson Grasso nos muestra al chef Viktor Sveinsson hornear un esponjoso hverabraud. (Puedes consultar el clip del documental aquí: Volcano Bread)

Este bello producto es sólo una muestra de que en esta nación de volcanes no se requiere de una cocina establecida, de una estufa o un horno para hornear un buen pan; lo único necesario es una olla, una pala y un agujero en el suelo. ¡Buen provecho!

Por: Karen Villagómez

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