Hablar de tequila no es posible sin hacer una conexión con la tradición nacional que involucra, son muchos años de historia y mestizaje que se escribieron a la par de este destilado apreciado mundialmente.
Tequila El Águila es un proyecto que busca honrar dicha tradición nacional, por ello es una marca que fusiona, en su etiqueta, elementos históricos del porfiriato con la pasión de hacer tequila.
Conocí Tequila El Águila en una cena en el Restaurante El Chapulín y quién mejor que los directores de la marca para hablar del proyecto. Juan Carlos Canales, presidente de la empresa y además experto en destilados, dirigió una cata con maridaje mientras compartía todos los detalles que hacen que sea un tequila premium, razón por la cual se ha ganado la admiración de todos a su contacto, pese a su poco tiempo en el mercado.
Hay dos expresiones de este tequila: reposado y blanco, en ambos casos se trata de una fórmula suave pero con mucho cuerpo y carácter, de 35º de alcohol. La clave es la selección de agaves en perfecto estado de maduración que los maestros tequileros saben respetar.
El tequila blanco de El Águila tiene el cuerpo y la untuosidad necesarios para hacer de cada trago una experiencia fresca y elegante. Por su parte, el reposado manifiesta sutilmente sus notas de madera, miel y especias que dejarán una grata sensación.
La gastronomía mexicana, por supuesto, es el primer contacto con que hemos maridado el tequila, sin embargo, la versatilidad del destilado permite jugar con preparaciones culinarias de varias partes del mundo.
La pasión con que se elabora Tequila El Águila merece una presentación que la defienda, por ello la imagen de la botella no hace mas que exaltar los valores nacionales a través de una etiqueta que necesitas descubrir tú mismo: una pieza minuciosamente diseñada para reflejar el México de calidad y buen gusto por el que se está apostando.
¡Te invito a conocer y disfrutar de Tequila El Águila!
Disponible en tiendas especializadas
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Fotografías cortesía y Aurora Yee
