Del 19 al 21 de noviembre, Millesime GNP celebró una nueva edición inspirada en los años veinte. Bajo el nombre Millesime 1920, el evento reunió a chefs de distintos puntos del país, bodegas, marcas de bebidas y propuestas que, durante tres días, ofrecieron un panorama amplio de lo que hoy se cocina y se sirve en México.
Platos que cuentan historias
Parte del atractivo de Millesime es recorrer las estaciones sin una ruta fija y dejarse sorprender. En esta edición, hubo preparaciones que sobresalieron por su sabor y ejecución: las almejas con piquín de Casamarena, con su combinación precisa de frescura y picor; los croissants de zarzamora y chipotle de Hasta el Cuerno, un contraste dulce-ahumado que funcionó mejor de lo que uno imaginaría; y el taco de lengua de Grana Sabores de Origen, un bocado lleno de técnica y equilibrio.

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El recorrido incluía panes, postres, pescados, carnes, reinterpretaciones de recetas conocidas y propuestas experimentales en porciones pensadas para seguir probando sin prisa. La idea, como siempre, era comer bien y avanzar a tu propio ritmo.
Vino, destilados y un giro sensorial inesperado
En la oferta líquida destacaron varias bodegas que llevaron sus etiquetas más representativas, entre ellas el vino Gran Ricardo de Monte Xanic, además de marcas de destilados que montaron barras para preparar cocteles al momento. Y para aquellos que buscan un trago más refrescante, también hubo cerveza como opción para acompañar el recorrido.
Uno de los espacios más llamativos fue el de Opera Gallery, una boutique de perfumería que creó una experiencia distinta: cocteles inspirados en fragancias, diseñados a partir de notas aromáticas. Esta barra se convirtió en un punto de curiosidad constante entre los asistentes.

Los galardones: un reconocimiento al talento
Dentro de las actividades del evento se llevó a cabo la entrega de los Premios GNP Vivir es Increíble, un reconocimiento anual a figuras destacadas en diferentes disciplinas. Este año, las distinciones recayeron en personalidades como Michel Rojkind (Arquitectura e Interiorismo), Ana Elena Mallet (Artes Plásticas), Guillermo Arriaga (Artes Escénicas), Ramón Ramírez (Filantropía) y Hugo D’Acosta (Gastronomía). La ceremonia, realizada en el auditorio del recinto, destacó la creatividad, la trayectoria y la aportación cultural de cada galardonado.
Otro momento importante fue la entrega del reconocimiento Talento Joven, que este año recibió el chef Víctor Toriz, elegido por un jurado integrado por directivos de Millesime y figuras de la gastronomía. El premio, un cucharón de plata diseñado por TANE, simboliza el impulso a la nueva generación de cocineros que está marcando el rumbo de la escena culinaria en México.

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Aunque la temática de los años veinte aparecía en detalles de la decoración, la experiencia mantuvo el ambiente relajado y curioso que caracteriza a Millesime: chefs conversando con los asistentes, sommeliers explicando etiquetas, marcas presentando nuevas propuestas y un flujo constante entre barras, stands y pasillos.
Millesime 1920 funcionó como un punto de encuentro para la comunidad gastronómica y para quienes disfrutan conocer nuevas propuestas. Entre los platos, las experiencias sensoriales y los galardones, la edición dejó claro por qué este evento sigue siendo una referencia en la escena culinaria del país.





