Por Marissa Vega
Hospedarse en un hotel all inclusive, conlleva sus riesgos ya que se sacrifican algunos puntos como negarse a salir del resort por la comodidad que ofrece, así como las propuestas de actividades limitadas así como la buena calidad y disponibilidad de alimentos y bebidas. Se entiende que en estos centros de consumo se produce en masa, se economiza en la producción, se hacen las cosas rápido y todo esto ocasiona que se descuiden detalles que son clave para una buena comida. Eso sí, en esta modalidad hotelera siempre habrá comida y bebida de sobra, porque al vacacionar, la gente se relaja, se da un break que recae en deshacerse de la restricción.
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Después encontramos sitios en esta misma modalidad pero que ofrecen un vistazo al otro lado de la moneda sin necesidad de considerarse como opciones de gran lujo. Fiesta Americana Condesa Cancún nos regala la experiencia de restaurantes 5 estrellas en sus centros de consumo.
Para ellos, la calidad de los alimentos es indispensable, mejoran sus técnicas de elaboración de alimentos para que cada platillo se sienta especial. Todos sus colaboradores trabajan en equipo para entregarte un platillo con esmero y cuidado.
Ciertos elementos –que parecerían mínimos– hacen la diferencia al momento de disponerse a disfrutar la mesa. Tal es el caso de las mermeladas del buffet, que son elaboradas en casa, sin conservadores ni colorantes, aprovechan la fruta de temporada y crean conservas exquisitas. Igualmente todo el pan que puedes encontrar por el hotel, ya sea el pan dulce del desayuno, hasta los acompañantes en cenas de lujo, como pan de ajo, de cebolla, de queso brasileño, focaccia, baguette, batard, etcétera, son elaborados en el lugar.
Los menús que podemos encontrar en sus restaurantes reflejan diferentes enfoques que han conquistado a los visitantes. En ellos se denota que no se trata de servir por servir, ya que se esmeran por crear platillos y combinaciones exquisitas, donde se nota el esfuerzo que dedican en formularlos.
Encontraremos propuestas gastronómicas en todo su esplendor, por ejemplo, en “El Mexicano”, el comensal puede disfrutar de la preparación de salsas al momento o la elaboración de tortillas a mano; en el restaurante argentino, “San Telmo”, las carnes se asan en una parrilla abierta. Ellos saben que comer no solo se trata de ofrecer comida, sino envolverte en una experiencia, desde el servicio, en entorno y por supuesto, la propuesta integral.
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Con orgullo ellos gritan que se separan del estereotipo de los all inclusive resort, pues la propuesta gastronómica vacacional es memorable invitando a regresar a quienes los visitan.
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