Hubo un tiempo en que Acapulco se convirtió en el epicentro del lujo, el cine y la alta sociedad. Era la década de 1950 y el puerto brillaba como nunca antes. Las estrellas de Hollywood descendían por la Costera Miguel Alemán, mientras los paparazzi se agrupaban frente a hoteles como el Las Brisas o el Pierre Marqués. Las noches se alargaban en fiestas legendarias, y los días se perdían entre yates, clavadistas y vistas al Pacífico.
La llamada Época de Oro de Acapulco no fue solo un fenómeno turístico, sino un momento histórico que marcó un estilo de vida. El puerto fue escenario de películas, romances y celebraciones que definieron el glamour latinoamericano del siglo XX. Liz Taylor se casó ahí, Frank Sinatra ofreció cenas privadas, y figuras como Elvis Presley, Brigitte Bardot o John Wayne caminaban por sus playas.
Más allá del espectáculo, Acapulco fue símbolo de modernidad y deseo. Representó la conexión directa entre México y el mundo, en un periodo en que el país buscaba mostrar su cara más sofisticada. Todo esto sucedía mientras el pueblo observaba, admiraba y participaba con orgullo del esplendor que se vivía en cada rincón del puerto.
Hoy, la memoria de esa era persiste en fotografías, anécdotas familiares y en proyectos que rescatan su legado, como el Museo del Hotel Amares, que reconstruye con piezas originales y objetos históricos la narrativa de ese Acapulco inolvidable. Un lugar donde el sol, el mar y las estrellas brillaron como nunca.
La reciente renovación del hotel AMARES ha incorporado “Acuérdate de Acapulco” una exposición ubicada dentro de un hotel, dedicada completamente a rendir tributo a la llamada época dorada del puerto. En el espacio se resguardan 181 piezas originales, cuidadosamente curadas para mostrar cómo este destino se consolidó como un ícono del turismo internacional. Cada artículo exhibido forma parte del relato visual de una ciudad que fue sinónimo de glamour, cine y celebridades en los años cincuenta y sesenta.
El recorrido está pensado para revelar al visitante cómo Acapulco se posicionó en la memoria colectiva a través del cine, la televisión y la música. También se incluyen objetos curiosos que marcaron momentos clave en la evolución del puerto como destino turístico mexicano de primer nivel.
Entre los elementos más llamativos del museo se encuentra un auto Valiant Acapulco 1969, de la marca Chrysler, ubicado en el lobby. Esta pieza automotriz es parte del diseño museográfico, que integra objetos cotidianos, artefactos de época y elementos simbólicos del pasado de la ciudad.
El acceso al museo es gratuito para los huéspedes del hotel, quienes pueden disfrutarlo sin ninguna restricción durante su estancia. Para el público general, la entrada está disponible mediante consumo en el Lobby Bar, lo cual permite integrarlo al flujo natural del espacio. Esta iniciativa enriquece la oferta cultural de Acapulco, que sigue recuperando su brillo a través de propuestas que honran su historia y legado.
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Todo lo que ofrece el Hotel Amares en Acapulco
Entre sus principales atractivos se encuentra una alberca frente al mar, ideal para relajarse mientras se contempla la bahía desde un entorno cómodo y funcional. Cuenta también con un área de juegos para niños, un pequeño campo de golfito, gimnasio y espacios pensados para familias, parejas o grupos de amigos. En el área gastronómica, el hotel alberga dos restaurantes: uno junto al lobby y otro en la zona de alberca, ambos con vistas panorámicas.
La propuesta culinaria incluye platillos con mariscos frescos, cocina estilo mediterráneo y un buffet con recetas tradicionales del estado de Guerrero. Para quienes buscan un momento más relajado, el bar ofrece coctelería clásica y bebidas nacionales servidas en un ambiente tranquilo.
Un clásico remodelado que conserva su esencia retro en la Zona Dorada
Con acceso directo a la playa y rodeado de bares, restaurantes, centros comerciales y sitios culturales, destaca por su privilegiada localización. Este hotel de 23 pisos y 359 habitaciones ha sido completamente renovado para ofrecer mayor comodidad, luz y amplitud.
Cada habitación combina un estilo retro con acentos contemporáneos, ofreciendo espacios acogedores y funcionales para distintos tipos de viajeros. Uno de los grandes aciertos del rediseño fue incorporar vidrios anti huracanes y balcones privados con vistas hacia el Pacífico y la montaña.
Además de su propuesta arquitectónica, el Hotel Amares conecta con la memoria colectiva de un Acapulco nostálgico que vuelve a tomar fuerza. La transformación de este hotel no solo representa modernidad, también reafirma el valor histórico y turístico de esta zona costera.
Dónde: Av Costera Miguel Alemán 1260, Deportivo, 39690 Acapulco de Juárez, Gro
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