Ecolife, estufas que cambian realidades

Angel Venegas
Angel Venegas
Gastrónomo y periodista gastronómico apasionado por la fotografía, historia y comida. Mantiene conexión con la cocina para preservar su sazón y comparte su pasión con otros. Dispuesto a ofrecer datos curiosos, referencias históricas y rarezas de la vida.

Hoy más que nunca tenemos que estar unidos y ver cómo pequeñas acciones se vuelven gigantes por la constancia. Así que hablemos de Ecolife, un proyecto que en México cambia la realidad de miles de familias con las estufas Patsari.

No hay nada como los datos duros cuando se trata de generar conciencia y aunque para muchos una estufa de gas es cotidiano, para otros no. En México más de 28 millones de personas siguen usando leña para preparar sus alimentos y no necesariamente con las mejores condiciones.

Más salud sin perder la tradición

Usar leña sin una adecuada ventilación ocasiona grabes problemas de salud, tanto a nivel respiratorio como visual. Aunque claro, todavía hay muchas comunidades donde el suministro de gas es incosteable y la madera es un recurso que se tiene a la mano.

También hay que considerar el factor cultural, pues para estas poblaciones, el sabor de los alimentos cocinados con leña es especial. Así que tampoco se puede hacer un cambio radical en su estilo de vida, pero si una mejora significativa.

En 2017 Ecolife Conservation llegó desde California con el proyecto Tsasú, que en mazahua significa «proteger». La idea es simple, contactar con comunidades donde la madera sigue siendo el principal combustible en las cocinas e instalar estufas libres de humo.

Para ello utilizan las estufas Pantsari, de bajo costo de construcción y mantenimiento, pero con un amplio margen de beneficio. Continuando con los datos duros, un fogón abierto requiere de 24 kilos de leña por día, mientras las que propone Ecolife reducen por lo menos 50% este consumo. Además que al no tener una combustión controlada, el fogón produce cerca de 10.8 toneladas de CO2 al año y la Patsari casi la mitad.

No solo es salud, también sustentabilidad

Logrando reducir el consumo de madera y la producción de CO2, no solo se mejora la salud y la economía de las familias, también el impacto ambiental. Con un simple cambio como el de una estufa eficiente, las repercuciones para el planeta disminuyen considerablemente.

Pero el apoyo a las comunidades no se limita solo a esto, también se tiene que impactar en la educación. Donde entra en acción el proyecto Amamba Echeri, que significa madre tierra, con programas sobre separación de residuos, biodiversidad y energía limpia.

Tras años de trabajo continuo están a pocos días de construir la estufa 16 mil, una cifra que guarda mucho. Pues este cambio ha repercutido en 809 localidades y más de 70 mil personas que aumentan día a día.

Ecolife nos presentó este proyecto no solo para mostrar sus logros, también para generar conciencia. De mi parte queda decirles que proyectos como este generan el cambio y si pueden apoyar lo hagan. Vuelvo a decirlo, hoy más que nunca tenemos que estar unidos y ayudarnos entre todos para poder avanzar.

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