En México, hablar de celebraciones suele implicar hablar también de lo que se come y se bebe. Desde una reunión familiar hasta una fiesta de fin de año, los sabores acompañan los recuerdos y les dan forma. Dentro de este paisaje, La Europea se ha convertido en un referente ineludible: un lugar donde convergen tradición, innovación y un portafolio que ha marcado la memoria gustativa de generaciones enteras.
Los orígenes de una tradición
En el centro de muchas celebraciones mexicanas aparece, de una u otra forma, el nombre de La Europea. Lo que hoy es una empresa con más de siete décadas de historia comenzó en 1953 gracias a la visión de Don Gumersindo Ruiz Noriega, un asturiano que, tras la Guerra Civil española, llegó a México con un objetivo claro: trabajar para sostener a su madre y apoyar a su familia. Hijo mayor de once hermanos y criado en el campo, emigró a bordo del barco El Magallanes, dejando atrás Asturias para iniciar una nueva vida. En México encontró no solo un lugar para crecer, sino también el espacio donde fundar una tradición.

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Don Gumersindo supo combinar esfuerzo y visión empresarial para convertirse en pionero en la comercialización de vinos importados. A partir de esa semilla, La Europea se transformó en una de las casas más emblemáticas del país en vinos, licores y alimentos gourmet.
Una historia de innovación y cercanía
La primera tienda abrió sus puertas en el centro histórico de la Ciudad de México, marcando el inicio de un camino que rápidamente se consolidó. En la década de 1970, la empresa celebró su primera temporada navideña, acompañada de la creación de canastas que se volverían símbolo de la época. Estas canastas, fotografiadas y reunidas en catálogos a lo largo de los años, se convirtieron en parte de la memoria visual y festiva de generaciones enteras.
En 1990 se publicó el primer catálogo formal, pensado para acompañar a las familias mexicanas en la elección de regalos y reforzar la idea de que la Navidad se celebra también alrededor de los sabores y los detalles compartidos.
Con el paso del tiempo, La Europea amplió su presencia a banquetes, catering y centros de consumo, logrando más de 50 sucursales en todo el país hacia 2010, para luego dar un paso decisivo hacia lo digital con el lanzamiento de su plataforma de comercio electrónico en 2019, una apuesta que le permitió mantenerse vigente y cercana a sus clientes.

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Mirando hacia el futuro
La última década ha estado marcada por nuevas experiencias diseñadas para un público cada vez más diverso y exigente. Los Espacios Collection, pensados para el lujo y las ediciones limitadas, y los Espacios Xaborex, dedicados a dar visibilidad a los vinos, mezcales, tequilas y productos gourmet mexicanos, reflejan el interés por crear entornos que van más allá de la compra: se trata de experiencias alrededor del buen beber y el buen comer.
Con 71 años de historia, La Europea sigue creciendo sin perder de vista su esencia: acompañar los momentos especiales de las familias mexicanas. Más que una tienda, se ha consolidado como un referente de calidad y confianza, capaz de combinar tradición con innovación y de crear recuerdos que trascienden generaciones.
Aunque sus raíces estén en la historia de un migrante español, La Europea se ha consolidado como una empresa profundamente mexicana. Con el paso de los años, se ha ganado un lugar en la vida cotidiana y festiva de miles de familias, convirtiéndose en sinónimo de confianza, calidad y celebración.
Hoy, su legado se percibe no solo en la mesa, sino también en la memoria colectiva de quienes han compartido momentos especiales con sus productos. Visita su página web para conocer todo su catálogo de productos y servicios.