Entre los paisajes fértiles de Colima, donde la tierra humea con el aliento del Volcán de Fuego, nace un destilado que está llevando el nombre del estado a los escenarios internacionales: Zanate Tuxca Colimote, galardonado con la medalla de plata en la 27ª edición del Spirits Selection by Concours Mondial de Bruxelles (CMB), una de las competencias más prestigiosas del mundo.
Este certamen, celebrado desde 1994 en Bélgica, reúne a más de 2,500 muestras de 70 países, evaluadas a ciegas por 140 jueces de 40 naciones. Obtener un reconocimiento en este foro es sinónimo de excelencia, autenticidad y perfección técnica, atributos que Zanate ha sabido encarnar en cada botella.

El secreto de su carácter está en su origen. Elaborado con agave lineño (Agave angustifolia) cultivado en suelos volcánicos, este destilado artesanal combina el saber ancestral con una visión contemporánea. Detrás del proyecto se encuentra Gerardo Nim-Rod Villegas Larios, quien desde 2014 decidió rescatar una tradición casi olvidada y devolverle a Colima su lugar en el mapa de los grandes espirituosos.
El nombre “Tuxca” evoca las raíces del mezcal de Tuxcacuesco, Jalisco, pero en tierras colimenses se ha transformado en un símbolo propio: una expresión de identidad, herencia y orgullo. Su sabor, complejo y honesto, ofrece notas intensas que remiten al volcán, al campo y al fuego que da vida al agave.

El reconocimiento del CMB no solo celebra una bebida, sino una historia. La de un territorio que, sin aspavientos, está demostrando que la grandeza de México también se destila en Colima: en sus agaves, sus manos y su espíritu volcánico.