El gran secreto de la Roma: La Barra de al Lado

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Por Marissa Vega

¿Te imaginas si pudieras tomar un gran vermut acompañado de productos enlatados y conservas? La Barra de al Lado lo hace posible y no solo eso, están comprometidos en enamorarte desde el primer bocado.

Fotografía por Marissa Vega

Es de pocos atreverse a traer este concepto ajeno a México y brindarte una experiencia sensorial única e inigualable, La Barra de al Lado nace de la idea de familiarizar al paladar mexicano las conservas portuguesas y españolas, además de separarlo de lo que ya está acostumbrado. Sus raíces vienen de los viajeros que debido a la necesidad de preservar los alimentos en sus largos trayectos, crearon técnicas de conservación como las que conocemos hoy en día, y aunque ahora nos funcionan para diferentes fines, continúan significando practicidad y sabores únicos que estos métodos de conservación aportan.

Fotografía por Marissa Vega

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Aquí cada bocado es una bomba de gusto, un juego de texturas, aromas y colores inimaginables, ¡no te limites a lo que conoces! Atrévete a divertirte jugando con sus diferentes salsas de chile seco, perejil y mantequilla.

Primero lo primero: las conservas

Tienen una variedad de latas preparadas de regiones europeas. No dudes en probar alguno de los favoritos como el paté de Campagne de Francia o los filetes de trucha en salsa curry de Portugal. 

Nosotros probamos los mejillones en escabeche de España sobre una base de papa rota, acompañados de baguette y papas fritas, salsas y limón amarillo. Desde la primera mordida no pudimos ocultar nuestro entusiasmo, ya que dependiendo de las combinaciones que hagas creerás que estas comiendo un platillo completamente diferente, el mejillón era suave como la mantequilla, prácticamente se derretía en boca y su paladar salino no se ocultaba; pudimos elevar su sabor con una gotas de limón, ¡no había forma de no emocionarse ante tal melodía de sensaciones! Desde la vista, el aceite de conserva destacaba con su color rojo y nos sugirieron sumergir el pan en ese aceite ya que tiene una deliciosa embocadura que vale la pena probar por sí solo.

Fotografía por Marissa Vega

También nos sirvieron caviar igualmente de España con jocoque e hinojo para acompañar, el caviar por sí solo conquista a quien lo esté probando, desde la vista con perlas negras brillantes y pequeñas que causan curiosidad, hasta llevarlo a la boca y conocer la confusión de cómo un ingrediente puede saber a tantas cosas en pocos segundos. Descifrar sus características sensoriales es como alguna de las aventuras que los viajeros vivían; la emoción de la incertidumbre, los latidos del corazón en tus oídos, los susurros de los rastros salinos en tu boca, pero el hechizo no acaba ahí, preparar tu tapa con el jocoque crea un baile en perfecta sintonía entre estos: ingredientes que se complementan y elevan sus respectivos sabores y texturas, dominando completamente a su consumidor, el mundo desaparece y solo está uno intentando asimilar el hechizo de tal canto de sirena, tal y como los que se relatan en los cuentos.

Fotografía por Marissa Vega

Luego, las delicias

Dejando de lado las latas, también tienen platillos como coles de Bruselas con pancetta, queso azul y miel de maple o sus aclamadas tortas de bacalao, sardinas con pico de gallo y aguacate o la más célebre del lugar, la de carne tártara preparada. Y es que si no bastaba con las conservas preparadas para volarnos la cabeza, esta torta era todo menos lo esperado: servida en un bolillo caliente con mantequilla, con alcaparras que avinagran el bocado y la carne tersa que brindaba untuosidad en la lengua, y preparada en una salsa ácida que te hacía salivar, fue un platillo perfectamente equilibrado que nos cautivó.

Fotografía por Marissa Vega

Para cerrar optamos por un mousse de chocolate abuelita con ralladura de naranja, que aunque suena a algo sencillo, nos impresionó la suavidad del postre, sus sabores eran vivaces y se complementaban entre sí, definitivamente se siente en su sabor el esmero que le dedican a cada platillo.

Fotografía por Marissa Vega

La estrella del lugar, el vermut

En este lugar beber un must, y como todo lo que se sirve aquí, no desilusionó. Probamos cuatro de las más de 100 variedades de vermut, las hechas en casa: vermuts rojo, naranja, rosa y blanco. Con estos tratan de brindar una experiencia sensorial a cinco sentidos: desde la vista, el atractivo de los colores seduce con su nitidez y brillo, con el tacto somos sorprendidos con un vaso frío que suda y complementa al destello del color, todos ellos tiene su aroma en particular que instantáneamente se puede imaginar el sabor, aunque estemos preparados, el primer sorbo te sorprenderá con sabores frescos, amargos y ácidos, que por consecuencia te hacen probar más y más, te hacen salivar y cada uno de ellos deja como rastro un retrogusto único. No dudes en maridarlos con los platillos presentados

Fotografía por Marissa Vega

Las razones por las cuales decidieron enfocarse en el vermut son sencillas, principalmente es que funciona como un aperitivo y digestivo, ya que estimula los jugos gástricos.

Esta bebida se enriquece con cáscaras de cítricos, especias, hierbas aromáticas e incluso flores creando la oportunidad perfecta para crear maridajes especiales. Prueba cada uno de ellos, te recomendamos los de la casa, elaborados artesanalmente, creando una cercanía a aquella bebida que antiguamente funcionaba como un remedio casero.

Fotografía por Marissa Vega

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La Barra de al Lado es un espacio que tienes que visitar, no solo los tragos y la comida son deliciosos, sino que presentan una propuesta única que vale la pena degustar para ampliar nuestra creatividad con los alimentos y experiencias sensoriales. El espacio es perfecto para venir con amigos, la música es amena, la iluminación crea una vibra tranquilizante y no dudes en compartir, pero recuerda que incluso tu paladar se abrumará con la variedad de sabores nuevos así que no dudes en preguntar a el personal de servicio qué maridajes te recomiendan y aunque quedarás con las ganas de probar de todo, volver se convertirá en uno de tus propósitos más próximos. ¡Cuéntanos qué opinas!

¿Dónde? 

Sinaloa 250, Roma Norte, Cuauhtémoc, 06700 Ciudad de México, CDMX.

IG: labarradeallado

FB: La Barra de al Lado  

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