vino y queso
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La temporada navideña es sinónimo de reuniones, risas y buena comida. Y, ¿qué mejor manera de abrir el apetito que con una tabla de quesos acompañada por el vino perfecto? Este dúo dinámico no solo es elegante y delicioso, sino también una opción sencilla para impresionar a tus invitados.

¿Cómo hacer una tabla de quesos?

Preparar una tabla de quesos no requiere experiencia culinaria ni demasiado tiempo, pero sí un poco de creatividad. Sigue estos pasos para lograr una botana que deslumbre:

  1. Elige los quesos
    Incluye una variedad para satisfacer todos los gustos. Por ejemplo:
    • Quesos suaves: panela, brie o camembert.
    • Quesos de sabor medio: manchego, gouda o gruyere.
    • Quesos intensos: azul, parmesano o roquefort.
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Si la tabla es pequeña, selecciona solo 3 o 4 tipos de quesos para mantener la armonía visual y el balance de sabores.

  1. Agrega un toque dulce
    Contrarresta la salinidad de los quesos con frutas como uvas, fresas o dátiles, así como mermeladas, compotas o miel. El truco está en que el dulzor complemente, sin opacar, el sabor de los quesos.
  2. Incluye bases neutras
    Panes, galletas o tostadas son esenciales para equilibrar sabores y limpiar el paladar.
  3. Complementos
    Añade frutos secos, como almendras o nueces, y carnes frías para darle más cuerpo y textura a tu tabla.
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El maridaje perfecto

Una vez que tengas lista tu tabla, es hora de seleccionar el vino ideal. Aunque tus preferencias personales siempre son válidas, aquí hay algunos consejos para un maridaje excepcional:

  • Quesos suaves: opta por vinos blancos ligeros como un sauvignon blanc o un chardonnay joven.
  • Quesos semi maduros: acompaña con tintos jóvenes y/o de alguna variedad de cuerpo medio como un merlot o un pinot noir.
  • Quesos fuertes y maduros: elige tintos robustos como un cabernet sauvignon o un syrah, pudiendo ser inclusive de crianza o reserva

Recuerda que el vino no debe opacar el sabor del queso, sino complementarlo. Por ejemplo, los quesos salados se equilibran con vinos más dulces, mientras que los quesos grasos van mejor con vinos de taninos pronunciados.

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Hilo Negro: bordando historias en cada copa

Hay muchos vinos que puedes utilizar para maridar con una tabla de quesos, pero una de mis casas vinícolas favoritas es Hilo Negro, no solo porque se trata de una empresa mexicana, sino porque su amplia variedad de vinos, tanto blancos como tintos, está hecha con uva de la mejor calidad y mucha atención al detalle.

El cabernet sauvignon “Ribeteado”, por ejemplo, resulta ideal para acompañar quesos de sabor moderado como el manchego o el gouda, pues aunque mantiene las características de complejidad de esta variedad, con 14 meses en barrica de roble que le otorgan notas de cedro, especias y chocolate, logra mantener cierta frescura que puede enamorar tanto a los más conocedores como a los que están incursionando en el mundo del vino por primera vez.

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Por otro lado, la Edición Especial 12 Aniversario, producido con cabernet sauvignon del valle de Napa y nebbiolo del Valle de Guadalupe, está dotado de una elegante complejidad con notas de frutos negros y taninos redondeados otorgada por los 29 meses en barrica y la mezcla de uvas de alta calidad, por lo que resulta ideal para maridar quesos un poco más fuertes como el gruyère o el munster.

Disfruta de una experiencia sensorial única con una tabla de quesos bien preparada y un buen vino mexicano como compañero. ¡Borda tus propias historias de sabor con Hilo Negro!

Cuéntanos en los comentarios qué opciones de quesos y vinos prefieres para tus reuniones navideñas. 

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