¿Alguna vez has recibido visitas en tu casa y no sabes qué darles de comer? Si, pedir algo a domicilio o traer una bolsa de papas de la tienda puede sacarnos de muchos aprietos, pero hay ocasiones en la vida en las que una simple pizza no parece lo adecuado para el tipo de reunión, a veces simplemente queremos algo con un poquito más de clase.
Y si bien podría uno preparar algún elaborado y elegante platillo, eso de cocinar no es para todos, e incluso si te encanta hacerlo, la verdad es que a veces es difícil encontrar el tiempo para ponerse a cocinar.
Para estos momentos es mejor encontrar una alternativa rápida y sencilla pero deliciosa y elegante, y aunque esto puede sonar un poco contradictorio, en realidad no tiene porqué serlo, pues hay muchos platillos que cumplen con estas características, como las tablas de quesos, que resultan extraordinarias para las reuniones con familia y amigos.
La tabla
Preparar esta elegante botana para compartir, conlleva algunos sencillos pasos: lo primero es elegir de una a dos tablas, pero no se trata de cualquier tabla.
Lo más recomendable es utilizar una tabla de madera para picar, recuerda que no solo será donde se corte el queso, embutidos o lo que quieras ofrecer, sino que también será la base sobre la que se presentará.
Los quesos
Por supuesto, no podemos armar una tabla de quesos sin este ingrediente principal.
Puedes usar el queso que más te guste, aunque tal vez el mozzarella rallado o el americano en rebanadas no son las opciones más recomendables. En lo personal prefiero los quesos fuertes, como el azul, el brie o el gruyere, aunque también puedes poner manchego, gouda, o incluso queso crema.
Lo que sí es recomendable es jugar un poco con las texturas y sabores, es decir, si tu primera opción es un queso maduro, el cuál suele ser duro y de sabor intenso, puedes poner también un provolone ahumado como segundo queso y uno cremoso como el de cabra para completar.
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En cuanto a la presentación, puedes optar por cortar el queso en cubos, en pequeñas rebanadas o incluso colocar un trozo grande para que los invitados corten su propia porción.
Los complementos
Ya tenemos la tabla y los quesos que vamos a servir, pero se necesita más que eso para que la botana cumpla con las expectativas. Por eso es momento de mencionar los complementos.
Cuando se trata de quesos, la verdad es que no hay mejor complemento que los embutidos o carnes frías. Chorizo, salami, jamón o cualquier otro que te guste es buena opción, córtalos en rebanadas delgadas y acomódalos junto a tu queso. Los sabores salados de estos ingredientes combinan perfectamente con los quesos menos intensos.
Otro buen complemento para el queso, sobre todo si se trata de quesos fuertes, son las cosas dulces como frutas, miel o mermeladas, ya que estas contrastan y resaltan los sabores de los lácteos.
Por último, necesitarás algún alimento de sabor neutro para limpiar el paladar, para esto te recomendamos pan o frutos secos como nueces y almendras.
Maridaje
Es momento del maridaje, o dicho de otra forma, ¿con qué bebidas podemos acompañar la tabla de quesos?
Lo más común es maridar con vino, pero aunque la mayoría de los mexicanos estamos acostumbrados a tomar vino tinto con todo, no es la única opción. De hecho, si en tu tabla predominan los quesos de sabor suave y las carnes frías, puedes acompañar con algún vino blanco dulce para contrastar con lo salado.
Por otro lado, los sabores picantes de algunos embutidos y los quesos grasos maridan a la perfección con un buen espumoso rosado, mientras que los quesos secos e intensos van muy bien con los tintos de buen cuerpo.
Además, el vino no es la única bebida que puedes servir, de hecho, las cervezas también son una excelente opción, aunque vale la pena considerar las mismas reglas que con el vino: las cervezas más amargas como la stout irán mejor con sabores dulces, mientras que las cervezas claras y lupulosas se complementan con los quesos grasosos y las cervezas con notas dulces resaltan los sabores intensos y salados.
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Finalmente, el mezcal es también un excelente acompañante de las tablas de queso, pero aquí te recomendamos no utilizar el clásico espadín joven, pues tiende a ser muy ardiente, lo que disfraza el sabor del queso. Por el contrario, puedes optar por un mezcal cupreata añejo o un cuixe, cuyas notas frescas y herbales pueden ayudar a resaltar los sabores de tus ingredientes en la tabla.
Ahora ya sabes cómo preparar una buena tabla de quesos para compartir con tu familia y amigos y sorprender con una botana sencilla pero elegante. Cuéntanos en los comentarios cuáles son tus quesos favoritos y con qué los acompañarías.
