En reiteradas ocaciones he expresado mi gusto por la gastronomía italiana y mi emoción por conocer nuevos restaurantes con esta cocina. Así que hoy les comparto un poco de mi experiencia en Fiorella, mi más reciente adición a esta lista.
Nuevamente Plaza Samara Satélite nos recibe y otra vez les puedo adelantar que el viaje valió la pena totalmente. Apenas entrar, el ambiente cambia, una barra gigante te da la bienvenida junto a una cocina abierta que no esconde secretos.
Una recomendación hace la diferencia
Esta vez más allá de analizar el menú para decidir qué pedir, directamente recurrí a la recomendación de nuestro mesero. Un par de entradas, algunos fuertes con un complemento y un gusto goloso es lo que nos recomendó.
Varias de las opciones de la carta son horneadas y esto se debe a que quieren sacarle el máximo potencial a su horno josper. Dicho esto, arrancamos el desfile culinario con unas Alcachofas al horno con salsa de queso.
Suaves y jugosos, así de simple es la descripción de los pétalos que en cada bocado inundaron mi paladar. El toque ahumado de la cocción resaltó el sabor característico de la alcachofa que alcanzó el equilibrio gracias al queso.
Bajo pretexto del clima lluvioso, el siguiente tiempo fue una Crema de hongos y trufa, ideal para observar la lluvia sin perder temperatura. Sabores de la tierra que obligan a remojar un trozo de pan aprovechando la textura y cuerpo de la crema.
Una dupla que dejó en claro dos cosas, la primera la calidad de los productos que usan en Fiorella. En segundo lugar el respeto de los cocineros por los insumos, para lograr platillos que cautivan a quienes los prueban.
Tradición italiana en tierras mexicanas
Pero no todo se reduce al aprecio por un alimento, también a la tradición y cultura que los respalda y que se reflejó en los fuertes. Algo que no puede faltar en un restaurante italiano es la pizza y la pasta, así que fue lo siguiente que probamos.
Quizá una de las pastas más famosas a nivel mundia y que genera discusión por su preparación es la Carbonara. Pues en Fiorella no solo buscan seguir la receta original, también los ingredientes italianos.
Los fans de esta pasta sabrán que la preparación solo lleva huevo, sin lácteos y ese proceso es lo que van a encontrar. Además de la pieza clave y que pocos conocen, el guancciale, que es cachete de cerdo y la proteína tradicional de la Carbonara.
Si esta dedicación es la que se encuentra en las pastas ¿qué imaginas que sucede con la pizza? Para empezar son horneadas en horno de piedra y la masa es delgada y crujiente. Por si fuera poco la variedad sale de lo que alternativas más comerciales nos tienen acostumbrados.
Esta ocación la opción fue una pizza Burrata, algo sencillo, pero ideal para disfrutar mejor cada elemento. Una base delgada con pomodoro, albahaca, jitomate cherry, pesto, prosciutto y la burrata, es todo lo que se necesita.
Aunque esto no fue todo, para complementar esta sección salada hubo un elemento más, también horneado. Camote con miel de agave y hierbas, un toque disruptor para equilibrar y gugar entre lo dulce y salado.
El postre va al corazón
Después de este amplio repertorio de sabores, un postre se veía como algo más parecido a un capricho. Pero como ese va al corazón y no al estómago, la excusa fue suficiente para probar un Tiramisú.
Favorito personal y con el que me gusta cerrar por no ser en exceso dulce, algo que cumple el de Fiorella. Describirlo de manera poética sería con un baile goloso de cremosidad entre los matices de mascarpone y café.
Sin duda Fioerella es un lugar donde no solo vas a encontrar refinamiento en su comida, también tradición. Y aunque su ubicación pueda poner a pensar a más de uno, si se tiene la oportunidad de viajar hasta Satélite, adelante, no se van a arrepentir.