París bien vale una misa

Carlos Bracho
Carlos Brachohttp://www.carlosbracho.com
Carlos Bracho. Actor de cine, TV y teatro. Fotógrafo y político. Miembro fundador de SOGEM, escritor y editor. Miembro fundador de “Leo, luego existo”, del INBAL.

En las guerras de religión en Francia – 1562-1598 – se enfrentaban católicos y protestantes. Evidentemente cada grupo defendía su propuesta religiosa. Enrique, era protestante, y para su ascensión al poder había un problema grave: era que el bando protestante se oponía fuertemente que Francia fuera gobernada por un rey no católico. Todo terminó cuando Enrique comunicó al Arzobispo de Bourges, que tenía la voluntad de convertirse al catolicismo. Fue aceptada esta posición y Enrique, por fin, pudo llegar al trono, coronándose como Enrique IV. Para justificarse, dicen que dijo: “París bien vale una misa”. 

Lee también: Espíritu italiano en el corazón de París

Para nosotros, chère Karla, para las que aman la comida, los hombres que no sueltan las cacerolas ni los aceites, París vale -entre otros muchos valores- por su aportación al mundo de la gastronomía. 

En París crecieron para el mundo muchas recetas. Citaré unos cuántos platillos, chère Karla, pero se deben de leer, cantando canciones de la Piaff:

  • El Paris-Brest, tarta también de origen parisino. (Pasta choux: agua, mantequilla, sal, azúcar, harina de repostería huevo, almendras. Para la crema praliné: maicena, leche, vainilla, praliné de avellanas, azúcar). Empecé con el postre para que también nos acompañen haciendo eau à la bouche. Y sigue una pequeña parte del inventario de banquetes Francés/parisino:  
  • Matelote d’anguille (Anguilas a la marinera, en vino tinto con champiñón de París, cebolla, coñac, harina, aceite de oliva, orégano, albahaca, laurel, aceite, pimienta).
  • Croque-monsieur (Emparedado: pan de molde, jamón cocido, queso emmental. Asado al horno. Se sirve gratinado).
  • Le côte rôtie (Costilla de carne de res, asada:  cilantro, pimienta de Sichuan, aceite de oliva, sal, mantequilla, comino en polvo).  
  • Miroton de bœuf (Guiso de ternera: tocino, cebollas, jitomates, pepinillos, aceite de oliva, concentrado de jitomate, harina, caldo de Pot-au-feu, mantequilla, vino blanco seco, sal, pimienta).  
  • Soupe à l´oignon (Sopa de cebolla: cebollas, aceite de oliva, harina, vino blanco, agua, queso, sal, pimienta, pan rallado).
  • Saucisson a l´ail (Salchicha París de ajo). Se puede comer dorada, a la parrilla, en rodajas o como usted prefiera). 
  • Escalope parisienne (Chuleta parisina: chuletas, ajo, pan rallado, harina, huevos).
  • Entrecot de champignon de Paris (Ternera con champiñón de París, chalotas, queso azul, queso mascarpone (queso italiano), nata, pimienta negra, albahaca, aceite de oliva, sal). 
  • Entrecôte Bercy (Entrecot de res -originalmente era de caballo. A la plancha: con perejil, berros, vino blanco, chalotas, limón, crema, mantequilla, sal, pimienta). 
  • Tarta Bourdaloue: (Tarta de peras y crema de almendras: Para la masa: mantequilla, sal, azúcar, almendra molida, huevos, harina de repostería. Ingredientes para la crema de almendra:  huevo, harina, mantequilla, azúcar, almendra molida, nata, ron. Para las peras pochadas: agua, peras, vainilla).   
  • Cots rôties avant découpe:  (Costillas, de res o cerdo rostizadas. Se acompaña con verduras, chalotes y salsas, al gusto). 
  • Le gratin de choux fleur: (Coliflor gratinada:coliflor, gruyere rallado, sal, mantequilla, harina, leche, nuez moscada, pimienta).

Como un pequeño homenaje Francia -Moliere, Racine, Víctor Hugo, Rabelais, Balzac-

y desde luego a París, tierra soñada por los amantes del amor, de la alegría, del vino, del queso, de la libertad, se deben preparar uno de los anteriores platillos, el que sea, todos llenan los requisitos de los más exigentes. Tomar aire para que este mes de febrero siga siendo el guía de lo bueno, sentarse a la mesa con la familia, o la novia, o el amigo, o el compadre, para brindar por el amor y la amistad. Con esto, tan brevemente expuesto, creo haber dado motivos para celebrar, y con ello, navegar en este tumultuoso mundo, y poder sortear los males que nos afligen.

Un abrazo grande como de aquí a París.

Carlos Bracho

Continúa con: Romances de leyenda a la mesa

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te podría interesar