Por Sigma Bonilla  

Acabamos de celebrar el Día del Chef, ya pasó también el Día del Médico y ¿qué creen? Abran paso porque hoy, 24 de octubre, el festejado es el mismísimo champagne, aquel que nos acompaña en cada brindis. Sin dar más rodeos aquí te van algunos datos  acerca de él. 

1. Para recibir su nombre, este vino solo puede ser elaborado en la región de Champagne, Francia

    El champagne cuenta con denominación de origen protegida (DOP) para asegurar su calidad y autenticidad. Esto garantiza que ha sido elaborado bajo el método tradicional y estándares estrictos, lo cual protege a los consumidores al certificar que adquieren un producto genuino y promueve a los productores a preservar la reputación de la región y resaltar las características de su vino. 

    2. La creación del champagne es atribuida al monje benedictino Dom Pierre Perignon 

      Este monje era el cuidador del sótano de la Abadía de Hautvillers -donde se almacenaba el vino- y se le ocurrió una brillante idea; hacer vino blanco a partir de uvas tintas pero lo que no tenía en cuenta, era que las botellas no soportarían la presión generada en su interior debido a las burbujas, provocando que estas estallaran. 

      Esto sucedía porque en Champagne, una región fría y húmeda, las uvas se solían recolectar tardíamente en busca de una mayor maduración para así obtener más azúcares naturales y por consiguiente, mayor volumen de alcohol. La fermentación se interrumpía en invierno, pero al embotellar el vino antes de que el frío terminara, cuando la temperatura subía nuevamente, la fermentación continuaba dentro de la botella. 

      Ante esta problemática, Perignon buscó envases más resistentes y utilizó una botella de vidrio inglés con un tapón inspirado en el corcho de las cantimploras de peregrinos catalanes. 

      3. El champagne será tu amigo más fiel durante mucho tiempo

        Hablando de un champagne sin añada o non-vintage (NV) -elaborado a partir de una mezcla de diversas cosechas- puede conservarse de 12 a 18 meses si es de menos de 75 cl, hasta 24 meses para botellas de 75 cl y hasta 36 meses para aquellas de más de 150 cl. 

        Por otro lado, un champagne con añada o vintageelaborado con uvas de una única cosecha- puede durar entre 5 y 10 años, y en ciertos casos, puede llegar hasta los 20 años. 

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        4. “¡Aguas!” No te quedes sin un ojo

          ¿Sabías que una botella de champagne contiene tres veces más presión que un neumático? Mejor cuida que el corcho no salga disparado al abrir la botella. 

          5. La magia de las burbujas: ¿Qué revelan sobre la calidad del champagne?

            ¿Estabas al tanto de que la calidad del champagne mejora con burbujas más pequeñas? Una botella puede albergar hasta 49 millones de burbujas, formadas por la acumulación de dióxido de carbono (CO2) liberado durante la fermentación. 

            6. Influencia climática

              Los viñedos de Champagne se benefician de una combinación climática única: oceánica y continental.

              La influencia oceánica aporta inviernos suaves y veranos templados, mientras que la continental puede provocar inviernos severos con heladas y veranos calurosos con tormentas. 

              Estas condiciones, aunque variables, favorecen el crecimiento de las vides con buena insolación y lluvias moderadas.

              7. Terroir único

                El subsuelo de Champagne es crucial para la calidad del vino. La misma variedad de uva no producirá resultados idénticos si crece en diferentes suelos. Hace 90 millones de años, los sedimentos marinos se acumularon en la región, y con el paso del tiempo, la cuenca parisina se hundió, formando capas de rocas que influyen en el champagne actual. 

                8. Las tres estrellas del champagne

                  Las tres variedades de uvas más empleadas en la elaboración del champagne son: chardonnay, pinot noir y pinot meunier. 

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                  9. La copa perfecta para degustarlo

                    Se suele creer que las copas flauta o de balón, son las mejores para deleitarse con un buen champagne, sin embargo, no son las más adecuadas para resaltar su carácter. Es preferible optar por una alta y abombada con boca estrecha, que permita liberar aromas y burbujas finas. Aunque si quieres rendir homenaje a la elegancia de la Belle Époque usando una copa flauta ¡también es válido!

                    10. La guía perfecta para servir champagne

                      Una vez que la botella esté a la temperatura ideal -entre 8 y 10 ºC- retírala de la nevera o cubitera y si es necesario sécala con un paño. Quita el alambre y el papel metálico con la cinta de apertura, sosteniendo firmemente el tapón y evitando apuntar hacia alguien. 

                      Posteriormente, gira suavemente el cuerpo de la botella para liberar el tapón sin que se escape. 

                      Finalmente, para servir el champagne, hazlo en dos pasos: primero vierte una pequeña cantidad y disfruta de los aromas mientras se airea un poco. Luego, llena la copa hasta dos tercios de su capacidad, vertiendo el champagne de manera lenta y regular.  

                      Ahora sí, ve a desempolvar las copas en tu alacena para festejar a este grande de los festejos. Esperamos que esta información te sea de utilidad y comparte con tus conocidos el dato que más haya llamado tu atención sobre este delicioso fermentado. 

                      Bibliografía 

                      Comité Champagne. (s. f.). Champagne Official website. https://www.champagne.fr/es

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