Hasta hace algunas décadas, el consumo de vino en México no era tan común como lo es hoy en día. Hace unos 30 o 40 años, entre las opciones de vinos disponibles en el mercado mexicano, el vino español destacaba entre los preferidos. Aunque con el tiempo la oferta se diversificó con vinos de distintas procedencias y estilos, algunos vinos se quedaron en el gusto de los consumidores debido a la calidad de sus elíxires.
Este es el caso de Sangre de Toro, una marca con presencia en más de muchos países. Como parte de Familia Torres, es una garantía de calidad. Desde su fundación en 1954, esta casa vinícola ha buscado ofrecer un gran producto, siempre enfocándose en la evolución y adaptación a las nuevas generaciones sin comprometer la calidad.
En esta ocasión, fuimos invitados a conocer su nueva imagen y a probar las añadas que actualmente están en el mercado.
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Un viaje inspirador
En los años cincuenta, Miguel Torres Carbó, a la cabeza de la tercera generación de Bodegas Torres, recorrió los viñedos españoles a bordo de su Renault 4×4 en busca de las mejores uvas garnacha y cariñena. Su objetivo era crear un vino que representara no solo el carácter auténtico del suelo español, sino que también se convirtiera en un símbolo de España a nivel global. Así, en 1954, nació Sangre de Toro, un vino robusto y de color vibrante que rápidamente capturó la esencia mediterránea. Con una producción inicial de 60,000 botellas, Torres Carbó emprendió un viaje para posicionar este vino en el escenario internacional.
A lo largo de los años, Sangre de Toro ha refinado sus procesos para resaltar la riqueza frutal de las uvas tradicionales. Su nombre, que evoca tanto la tradición vinícola (en referencia a Dionisio, el dios del vino) como la figura del toro, un emblema de la cultura y el vigor español, se ha mantenido relevante, adaptándose a las demandas de los consumidores actuales.
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Hoy en día, Sangre de Toro es reconocido en más de 150 países, no solo por su sabor inconfundible, sino también por su compromiso con la sostenibilidad. Con una imagen renovada, este vino sigue siendo un pilar del vino español. Actualmente, funge como patrocinador oficial de la Selección Española de Fútbol entre 2021 y 2024. Además, en 2024, la Familia Torres fue reconocida como la marca de vino más admirada del mundo por Drinks International.
Maridando vino español
Para presentar la nueva imagen de la marca, fuimos invitados a una experiencia culinaria en el restaurante Ajo Blanco, de los chefs Pablo San Román y Manuel Victoria, donde degustamos distintas tapas y platillos.
Entre ellos, la tortilla de patatas con un poco de alioli, gilda, pimiento del piquillo relleno de ensaladilla rusa y boquerón, una ensalada fresca del huerto con lechugas, tomates y fresas, una paella mixta con pollo, cerdo, almejas, mejillones y camarones, y, para finalizar, una tarta de Santiago.
Para acompañar este espléndido menú, degustamos varias de sus etiquetas de tinto y un vino blanco invitado que, aunque pertenece a la misma Familia Torres, es de otra casa, pero que nos cautivó por la frescura que aportó a la experiencia.
Viña Esmeralda (D.O. Cataluña) de uva gewürztraminer y moscatel, se fermenta en acero inoxidable, resultando en un vino amarillo pálido con destellos verdosos, de rica acidez y cuerpo medio, ideal para mariscos y tapas. Tiene notas de durazno, piña, litchi y cítricos, acentuadas por destellos florales de jazmines y rosas.
Sangre de Toro Original (D.O. Cataluña), con solo 6 meses en barrica, está compuesto por un blend de 65% garnacha y 35% cariñena. Ofrece un cuerpo semitranslúcido de color rojo rubí, con notas de madera ligera, frutas frescas como ciruela roja, arándanos, fresas y grosellas rojas. Su tanino medio deja en el retrogusto notas de caramelo con un ligero recuerdo especiado. Este vino es perfecto para acompañar tapas, arroces, embutidos, quesos y más.
Sangre de Toro Reserva (D.O. Cataluña), con 12 meses de fermentación en barrica de roble americano y 12 más en botella, incorpora además un 15% de syrah. Presenta aromas de frutos negros, notas especiadas y florales como violeta, lavanda y vainilla, con una salida a caramelo. Su buen cuerpo y taninos más pulidos permiten maridarlo con cortes de carne, estofados y salsas densas y especiadas.
Dale la oportunidad de redescubrir los clásicos; no por nada son los favoritos de muchos por generaciones, recordándonos el alma de España.
Para más información, visita: https://www.sangredetoro.com/
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