Como cada año, se presentaron las nuevas añadas de los vinos de antología de la bodega Familia Torres, que fue elegida por Drinks International como la marca de vinos más admirada y querida del mundo. 

Esta bodega que cuenta ya su historia desde 1870 se fundó en el Penedés y ha ido transmitiendo sus saberes en el pasar de las generaciones siempre respetando tanto la tierra, como la tradición además de incorporar la innovación en su trabajo cotidiano.  Actualmente en una quinta generación, esta familia se ha enfocado en la elaboración de vinos de viñedos singulares y fincas históricas; una perspectiva hacia la viticultura regenerativa y en la recuperación de variedades ancestrales con el objetivo de adaptarse y hacer frente al cambio climático. Desde 2008, la lucha contra la emergencia climática es uno de sus principales ejes de actuación, mediante acciones de adaptación y mitigación para reducir las emisiones de dióxido de carbono. 

BODEGA PRIORAT EL LLOAR

“Con una historia contada a través de cinco generaciones que se han dedicado a cuidar y trabajar las pródigas tierras del Penedès para lograr la excelencia, hoy compartimos con orgullo la extensión de nuestra familia con las añadas Milmanda 2019, Mas La Plana 2018, Grans Muralles 2018 y Perpetual 2018. Cada una de carácter excepcional que demuestra nuestra obsesión por producir vinos memorables”, comparte Miguel Torres Maczassek, director general y miembro de la quinta generación de Familia Torres.

Además de anclarse históricamwente en el Penedés, Conca de BArbera, Priorat y Costers del Segre, hoy en día Familia Torres ha incorporado a sus filas, viñedos de  importantes zonas españolas como Rioja, Ribera del Duero, Rueda y Rías Baixas, así como también en países como Chile y  regiones como California, en Estados Unidos.

La Familia Torres es miembro de las Primium Familiae Vini, una asociación integrada por doce de las familias centenarias más prestigiadas que producen vino en Europa, Es cofundadora de International Wineries for Climate Action, que impulsa la descarbonización del sector, y de la Asociación de Viticultura Regenerativa, que promueve un cambio de paradigma en los viñedos de España para frenar el cambio climático. Hoy en día tienen presente la sostenibilidad como uno de los principios rectores de la bodega, confiando en que la apuesta por el cuidado del ambiente resulte en un impacto positivo, promoviendo un cambio de paradigma en el sector vinícola no solo  España sino también a nivel global. 

“En este sentido, las nuevas añadas de la Antología reflejan la nueva etapa de la bodega al producir vinos que cuidan del medio ambiente”, agrega Miguel Torres.

Acerca de las nuevas añadas

Para apreciar grandes vinos siempre viene bien la compañía de alguien que nos lleve de la mano a conocerlos a detalle. Es por ello que luego de una cata guiada que nos permitiera apreciar las cualidades de los vinos de Antología, fuimos invitados a degustar una experiencia de maridaje en el restaurante Blanco Castelar a cargo del chef Gerard Belver, quien ofreció un menú que permeado de la esencia de los sabores del propio concepto del restaurante, permitía destacar las características de los vinos de la Familia Torres.

Así poco a poco fueron apareciendo los tiempos a la mesa: para acompañar a Milmanda 2019, un varietal 100% Chardonnay de la D.O. Conca de Barbera –proveniente de viñedos al pie de un castillo medieval que daba cobijo a los cristianos en tiempos de reconquista y que, en el siglo XII con el reinicio del cultivo de la vid fue posible–, arribó un kampachi de Baja en leche de tigre almendrada con chile güero, muy al estilo de un ajoblanco pero “a la mexicana”. De notas minerales, florales y algo de almendra fresca y fruta de hueso, mantiene un perfil con recuerdos a levaduras y pan recién horneado. Este Chardonnay de acidez viva pero matizada, presenta una persistencia alta  y  un retrogusto a hierba fresca y flores blancas.

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Para un segundo tiempo degustamos un tiradito de Waygú curado con con infusión de chiles toreados con algunos champiñoes laminados sobre unos delgados crotones. Para este platillo el Mas La Plana 2018, un 100% Cabernet Sauvignon  fue la opción ideal. Este vino se elabora en el Penedés a partir de cepas de 11 viñedos, seleccionados especialmente por sus características para crear este vino. Se trata de un excelente exponente de la variedad, que logra con elegancia regalar en nariz notas balsámicas a fruta roja madura, pimienta, herbales, y un ligero destello de pimiento verde, muy característico del varietal con el que se elabora. Al gusto denota el potencial de envejecimiento altísimo así como una alta persitencia. 

Grans Muralles 2018, un ensamble de Garnacha, Cariñena, Querol, Monastrell y Garró,  se presenta como un excelente representante de la zona del Priorat, con una personalidad mineral derivada principalmente del terroir de origen regalando notas a pizarra, granito y algo de grafito. Otras notas aromáticas que este ensamble emana son florales a violetas y rosas así como un ligero matiz balsámico y achocolatado.  En paladar se denota carnoso pero a la vez elegante, aterciopelado, persistente y cálido. Un gran vino, de nuestros favoritos. El nombre de este vino hace referencia a las murallas que protegían el monasterio de Poblet de las guerras y mercenarios. La identidad inconfundible de Grans Muralles se encuentra en los pedregosos suelos de pizarra (llicorella) y también en las variedades que lo integran. Cabe destacar que este ejercicio enológico es una ejemplo de  lo que la Familia Torres busca lograr, ya que tras un siglo de la plaga de la filoxera, han conseguido recuperar variedades autóctonas extinguidas como la Garró y la Querol utilizando modernas técnicas de viticultura.  Para este vino, un platillo de sabores más intensos llegaba a la mesa: se trataba de un solomillo de cordero al carbón con adobo ligero de hongos, acompañado de una guarnición de pimiento del piquillo confitado y relleno de una duxelle de hongos, un completo festín que no queríamos que se acabara. 

En el caso de Perpetual 2018, se trata de un vino que también se origina en el Priorat con un 85% de Cariñena y el restante de Garnacha. Se denota como un vino pulido y elegante con notas a ciruela, grosella, cereza negra, grafito, pimienta, romero y tomillo.  Su persistencia  es alta y su retrogusto es de fruta negra y chocolate. Perpetual es un vino que nace del tiempo y de la tierra que se elabora a partir de viejas viñas de entre 80 y 100 años plantadas en pronunciadas pendientes de piedra pizarra que se encuentran en pequeñas parcelas pertenecientes a viticultores de la zona, ubicadas en varios municipios del Priorat, sobre las que se realiza un exhaustivo seguimiento para garantizar la máxima calidad del fruto. Para el maridaje, se optó por un short rib con salsa de chipotle ahumado y elote amarillo salteado, con toques de piloncillo.

Para terminar este festín, el postre no podía faltar para lo cual no hubo mejor manera que brindando con un Brandy Torres XX, que acompañaba armoniosamente un falso puro de chocolate amargo  relleno de mousse de chocolate con leche y feuilletine con  praliné de avellana. Todo un deleite a la vista y al paladar. 

Sin duda alguna, cada añada expresa de forma excepcional la identidad del viñedo catalán de donde surge, lo que enriquece la colección Antología de la bodega Familia Torres que ya está disponible para su venta.

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Para más información sobre los vinos, visita ​​www.torres.es  o visita su página de IG @familiatorres1870

Fotografías: Cortesía

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