El pasado fin de semana, el restaurante Zagala fue sede de una velada muy especial: una cena solidaria a cuatro manos encabezada por la chef Erika Chulini, junto al chef Bittor Sierra y la sommelier Michelle Brito.
El encuentro reunió talento y compromiso en torno a una causa urgente: apoyar a la Fundación Cáncer Warriors de México, una organización que trabaja por la visibilidad, atención y defensa de los derechos de niños con cáncer en el país. Esta fundación no solo ofrece acompañamiento integral a las familias, sino que también impulsa cambios en las leyes mexicanas para mejorar su calidad de vida.
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Una velada donde la solidaridad se sirvió en la mesa
La noche se desarrolló en un ambiente íntimo y conmovedor, donde los asistentes disfrutaron de un menú que unió los sabores de México y España. Cada plato, cuidadosamente diseñado, fue acompañado por un maridaje de grandes bodegas internacionales, seleccionadas por la sommelier Michelle Brito para destacar las notas y emociones de cada ingrediente.
Lejos de ser una cena más, el evento representó un acto de comunidad y empatía, donde la gastronomía se convirtió en un vehículo de esperanza. Cada comensal contribuyó directamente al fondo que permitirá continuar con los programas de atención y apoyo que la Fundación Cáncer Warriors de México ofrece a niños y familias que enfrentan esta dura enfermedad.
Erika Chulini y su compromiso con “Cocina con Causa”
Egresada de Le Cordon Bleu Anáhuac, la chef Erika Chulini ha construido una trayectoria marcada por el compromiso social. A través de su proyecto “Cocina con Causa”, la cocinera mexicana ha colaborado de manera continua con Casa de la Amistad para Niños con Cáncer y diversas instituciones que trabajan por el bienestar infantil.
Durante los últimos años, su misión ha sido clara: demostrar que la cocina puede transformar realidades. Tras los retos que la pandemia impuso a este tipo de iniciativas, este encuentro en Zagala representó el regreso de un movimiento solidario que une corazones y paladares.
Un menú que contó historias de esperanza
El menú fue un recorrido emocional y cultural. Con influencias de la cocina tradicional mexicana y acentos ibéricos, cada preparación evocó la unión entre dos territorios que comparten sensibilidad, raíz y afecto. El chef Bittor Sierra aportó técnica y precisión, mientras que la sommelier Michelle Brito tradujo cada bocado en una experiencia armoniosa. El resultado fue una velada que no solo celebró la alta cocina, sino también la empatía, el amor y la capacidad de ayudar desde la mesa.
En palabras de Erika Chulini, “cocinar con causa es una forma de abrazar desde la cocina, de acompañar y de dar esperanza”. Su mensaje final fue un recordatorio de que cada plato puede convertirse en una oportunidad para cambiar vidas. La recaudación obtenida durante la cena fue destinada íntegramente a la Fundación Cáncer Warriors de México, reafirmando el poder de la gastronomía como un espacio de unión y transformación.
La cena con causa en Zagala fue mucho más que un evento gastronómico: fue una declaración de compromiso y amor colectivo. Quienes asistieron no solo disfrutaron de una noche excepcional, sino que se sumaron a una causa que sigue necesitando de la participación activa de todos.
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