Crónicas de viaje: aniversario en La Sal

Angel Venegas
Angel Venegas
Gastrónomo y periodista gastronómico apasionado por la fotografía, historia y comida. Mantiene conexión con la cocina para preservar su sazón y comparte su pasión con otros. Dispuesto a ofrecer datos curiosos, referencias históricas y rarezas de la vida.

Retomamos nuestro viaje por la gastronomía de Colima para hablar del aniversario de La Sal, restaurante del chef Nico Mejía. Han pasado cinco años desde el nacimiento de este proyecto y para festejarlo, Nico organizó una cena junto a otros cuatro chefs.

Navegando sabores de la costa al volcán, fue una sinergia entre platillos y la amistad de los que tuvieron el control de los fogones. Una noche en la que cada tiempo tuvo su propia identidad, pero se sintió la pasión por la cocina de sus ejecutantes.

Entradas con corazón colimote

Arrancamos el festejo de la mano del chef Fernando Mastache, de quien hablaremos más en la siguiente crónica. Su propuesta fue un sope de chorizo almendrado con pesca del día, una oda al espíritu costero y al vínculo mexicano con el maíz.

Aunque ya les dije que en la siguiente entrega el chef Fernando va a tener un papel protagónico, les puedo adelantar unos detalles. Actualmente es el responsable de la cocina en el restaurante La Brecha, en Comala, un espacio dedicado a los sabores colimotes, con el toque del chef.

Seguimos con un tiempo del anfitrión Nico Mejía, un pescado frito con salsa martajada y crema de rancho. Un plato icónico de Manzanillo que aprovecha los ingredientes locales y el amor del chef Nico por la cultura de Colima.

Estrellas de fuera

La velada en La Sal continuó con la intervención de los invitados de fuera, para alegrar a los paladares. La primera fue Zahie Téllez con una pasta rellena de requesón con salsa de jitomate con aceitunas.

La frontera entre países no fue impedimento para el chef Alan Rodríguez, que viajó desde Boston, pero con sabores de Sonora. Presentó un taco de brisket braseado con tortilla sonorense, bañado en salsa de vegetales crudos y jus, un apapacho de cocción lenta.

Para despedir la noche, la chef Bianca Castro fue la encargada del postre, un biscocho de chocolate, dulce de camote ahumado y tres leches. Un gusto goloso equilibrado en dulzor y que destacó a la vista por su juego de formas, flores y texturas.

Una noche que llegó a su fin celebrando el paso de un año más y el inicio de otro para seguir escribiendo historias con los sabores. Esta fue una crónica corta, pero aún falta más por decir de Colima y su gastronomía, nos vemos pronto para descubrir más de este estado.

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