Se define a la sidra como una bebida fermentada a base de manzanas, si bien, en nuestro país su consumo no es de lo más habitual, sigue siendo muy apreciada para brindis o momentos de celebración, principalmente en épocas decembrinas.
En México y algunos países latinoamericanos es normal el consumo de sidra espumosa también llamada “achampanada o espumosa”, y esto hace referencia a la versión que nació por cuestiones de conservación, ya que en sí misma la sidra es un producto que cuenta con una vida útil muy corta y la adición de gas carbónico ayuda a que podamos alargarla. Este gas se es obtenido a partir de la fermentación doble en botella y además se suele añadir azúcar.
En la República Mexicana el estado que más la produce es Puebla, principalmente en el poblado de Zacatlán de las manzanas; ahí el clima es perfecto para la siembra de las mismas y por ende, para la producción de esta bebida. Asimismo se realizan otras bebidas espirituosas similares a base de pera, situación que también es sucede en Francia, generando bebidas ligeramente más dulces.
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La sidra tiene larga historia en la humanidad, se atribuye su creación a distintas civilizaciones que ya bebían fermentados de frutas, principalmente a Egipto, Grecia y Roma. En Grecia existía una bebida denominada “sikera”, sabemos que se elaboraba a partir de manzana y que seguramente no existiría gran diferencia entre el cómo la preparaban, y cómo se hace hoy en día. Con el tiempo, distintos pueblos fueron adoptando la receta. En Europa se prepara en países como Francia, Portugal, Inglaterra y mayormente en España, donde se volvió de las bebidas más representativas para algunas regiones como Gipuzkoa (País Vasco) y Asturias, en donde el gusto no es nada parecido al de la sidra como la conocemos en México pues se trata de un producto ácido y con notas acéticas típicas. En Latinoamérica la tradición sidrera comenzó con la conquista de los pueblos nativos y la fundación de colonias.
Proceso
El procedimiento para hacerla no es secreto. Para la natural se prepara un mosto con una selección de manzanas de distintas variedades que son molidas o ralladas para obtener la pulpa, posteriormente se realiza el prensado y maceración de forma artesanal o industrial, lo cual da como resultado la base para la fermentación.
Al fermentar se lleva a cabo el proceso de transformación de los azúcares en distintos compuestos químicos entre ellos, etanol y gas carbónico, que le otorgan sus peculiaridades, por último, en la tradicional se realiza un trasiego entre los toneles y en caso de ser espumosa, se realiza una segunda fermentación en botella para generar las “burbujas” que la vuelven especial.
¿Dónde puedo beberla?
Si buscas un lugar para beber sidra auténtica, puedes visitar Ekilore, uno de los restaurantes del chef Pablo San Román, donde cuentan con una versión al puro estilo vasco directo del barril a tu vaso.
Ekilore está localizado en Calzada de los jinetes 102, Las Arboledas
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En caso de que lo tuyo sea lo dulce, en la Condesa podemos encontrarnos con Superette, donde las crepas y la sidra son las estrellas, cuentan con botellas provenientes de Francia y algunas etiquetas de España.
Superette se encuentra en Michoacán 181, Condesa
¿Conoces otros sitios para beberla? Compártenos tus experiencias y no dejes que esta delicia se sirva solo en navidad, búscala y descubre lo sabrosa que puede ser en cualquier época del año.
