Hace unos días tuvimos oportunidad de relajarnos en un día de lluvia en Maison Kayser.
Si bien el motivo era probar los panes de muerto que ofrecen en en esta sucursal, cuya versión combina crema batida y nata de rancho en su relleno, además de jugo de naranja en el pan para enriquecer su sabor, nuestro motivo principal era deleitarnos la pupila con algunas de las delicias que la panadería de Eric Kayser nos ofrece y con ello, antojar a los lectores de Saborearte a través de un recorrido por sus vitrinas: macarrones, pastelillos, croissants, bollería, panes campesinos, beignets, merengues…¡todo luce y está delicioso!
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La sucursal de Torre Virreyes, cuenta con un espacio amplio en la parte superior llamado LE BISTRO en donde en un ambiente relajado, se puede hacer parada en una tarde lluviosa o fría o como mero pretexto en lo que el tráfico citadino reduce, para calentar el alma y satisfacer los antojos con alguna de sus delicias.
Nosotros probamos sopa de cebolla con crotón gratinado con una mezcla de quesos maasdam, menonita y gouda; baguette de salmón ahumado y papas fritas; y como postre un pan de muerto relleno con la mezcla de lácteos antes mencionada, acompañado de un chocolate caliente resultado de un ensamble entre cacaos de origen oaxaqueño y tabasqueño. Este se caracteriza porque se ofrece en forma de una paletita de chocolate que se introduce en la leche espumada. Cuando llega a la mesa es el cliente quien se encarga de disolverlo para finalmente degustarlo.
Y aunque en cada plato que probamos había un poco –o mucho de pan–, eso no nos importó, pues como bien nos contó Eric Kayser hace tiempo en entrevista “La panadería es un lugar de vida, un espacio donde puedes nutrirte desde el desayuno hasta la cena”, a lo cual agregaremos “…y en cada tiempo, también” ¡Anímense a visitar cualquiera de sus sucursales y no dejen de probar el pan de muerto!
