Con motivo de su primer aniversario, Matti Osteria, de los chefs Alfredo Llantada y Hugo Ramos, presenta un menú degustación que reúne los platillos más representativos de su historia. Disponible durante todo octubre, esta propuesta busca agradecer a los comensales que han acompañado al restaurante desde su apertura.
Inaugurado a finales de 2024 en la colonia Juárez de la Ciudad de México, Matti nació con el deseo de crear un espacio donde la cocina italiana dialoga libremente con sabores y técnicas de otras culturas. “El nombre viene del Matto, la carta 0 del tarot, el loco que se lanza al mundo con pura intuición. Así nos sentimos al abrir: temerarios, pero apasionados por hacer algo distinto”, explica Llantada.
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Una cocina viva que celebra la fusión cultural

Desde su apertura, Matti ha consolidado una propuesta fresca y contemporánea, basada en pastas artesanales, estofados tradicionales y reinterpretaciones que combinan influencias de Italia, México, Perú y Asia. Su cocina abierta permite a los comensales observar cada detalle de la preparación, reflejando lo que los chefs llaman una “cocina viva”: transparente, dinámica y emocional.
“Lo que más agradecemos es que la gente venga con curiosidad. Queremos que se vayan con un excelente sabor de boca y la sensación de haber vivido algo cercano”, comenta Ramos, mientras describe la experiencia como un homenaje a la hospitalidad mediterránea y al placer de compartir.
El menú de aniversario: un recorrido por los clásicos de la casa
Para conmemorar este primer año, el restaurante ofrece dos versiones del menú: de seis tiempos y de tres tiempos. Ambos incluyen algunos de los platillos más queridos por sus visitantes, elaborados con ingredientes frescos y recetas cuidadas.
El menú de aniversario inicia con una selección de aperitivos que abren el apetito con notas frescas y especiadas: un Hummus de garbanzo con tahini, ajo, aceite de oliva, comino, limón eureka y zaatar, junto con aceitunas aliñadas, marinadas en casa con ajo, cebolla cambray y hierbas aromáticas.

En los primeros tiempos, destacan la Mozzarella in carroza, una versión mini frita servida con salsa arrabiata y hierbas frescas, y la Provoleta, un provolone ahumado acompañado de portobello, ensalada de tomates y pesto genovés.

Los platos fuertes son un homenaje a la tradición italiana con un toque contemporáneo: el Pappardelle, pasta cortada a cuchillo con estofado de cachete y rabo de res cocido durante ocho horas; el Spaghetti alle vongole, con almejas blancas, vino blanco y limón eureka; el Risotto nero, elaborado con arroz carnaroli, tinta de sepia, panceta y camarones al grill; y la Pizzeta de trufa, con salsa blanca, mozzarella Fior di Latte, Grana Padano y aceite de trufa blanca.



La experiencia culmina con la sección Dolce Vita, donde los postres rinden tributo a la repostería italiana. Entre ellos, el Cannoli siciliano, relleno de ricotta, mascarpone, pistache, chocolate semiamargo y cítricos confitados; y la Pavlova, un merengue ligero con frutos rojos, crema montada y ralladura de limón eureka. Su carta continuará evolucionando, pero mantendrá la esencia que lo distingue: una cocina hecha con pasión, intuición y respeto por el producto.

Dónde: Londres 49, Cuauhtémoc, 06600 Juárez, CDMX.
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