La alimentación es un tema en el que todos los saberes de nuestra civilización han incursionado con el fin de llevarla a un punto más racional y placentero. La información que disponemos acerca de lo que comemos es tan grande como la forma en que ésta repercute en nuestra salud. La tendencia sana de alimentos se ha convertido en algo con que las empresas lucran y la población cede, lo cual es un verdadero reto. Pero, ¿hasta qué punto es deseable procurar este estilo de vida?
Entre los padecimientos emergentes de la alimentación, existe uno que ha cobrado importancia a raíz del interés en tener una buena calidad de vida, se trata de un comportamiento excesivo sobre el consumo de alimentos saludables, sin ninguna supervisión nutricional, al que algunos expertos en el campo de la alimentación designaron como ortorexia nerviosa.
El término ortorexia fue descrito por primera vez en 1996 por Steven Bratman y describe la obsesión patológica de la comida biológicamente pura, lo que lleva a importantes restricciones alimentarias.
Todos consideramos importante preocuparnos por la calidad de los alimentos que consumimos, sin embargo, los ortoréxicos excluyen de su consumo lo que consideran perjudicial por no ser orgánico, prestan demasiada atención al aporte nutricional, hacen gastos innecesarios por productos y se preocupan en exceso por las buenas prácticas en el manejo de los alimentos, por lo tanto, no confían en nadie para la preparación de su comida y pierden buena parte del tiempo pensando en compras, elaboración e ingesta de la comida. En consecuencia, tienen una pérdida de relaciones sociales e insatisfacción afectiva.
Psicológicamente, la ortorexia se caracteriza por la combinación de comportamientos fóbicos al comer y rasgos de personalidad obsesiva. También existen niveles altos de dopamina que dan como resultado un exceso de euforia, muchas veces acompañado de ansiedad.
Es importante distinguir el punto coherente entre lo que ofrece la industria alimentaria y nuestro bienestar; ser críticos al recibir información publicitaria y generar una sólida educación nutrimental. ¡Vive equilibradamente!
Fuentes:
Ramírez S et al., ¿Qué sabe Ud. Acerca de…Ortorexia?, Revista Mexicana de Ciencias Farmacéuticas [en linea], 2014, 45 (Abril-Junio).
Steven Bratman, Orthorexia, <www.orthorexia.com>, 31 de octubre de 2016.
