Tuvimos el exclusivo placer de degustar unos líquidos tan únicos como extraordinarios. Se trata de dos empresas familiares originarias de Francia que llevan años en el negocio de la vid. Para los conocedores del vino, sabrán que la región de Chablis es una de las más importantes y exclusivas en cuanto a apelaciones de origen del mundo francés. Así como también, el champagne, el blanco espumoso que por derecho de exclusividad lleva el rimbombante nombre de la región en que se produce.
Les contaremos un poco sobre estos dos negocios familiares, ofreciendo productos de la más alta calidad y buscan posicionarse dentro del mercado mexicano. Si eres importador o conoces a alguien que le interese, muéstrale este artículo, estamos seguros que será de su interés.
Champagne Jacques Copin
Fundada por Jacques Copin y su esposa Anne-Marie, descendientes de familias sumergidas en la tradición de hacer vino, crean esta empresa para hoy en día ser dirigida por sus nietos Lucile y Matthew.
En Verneuil, una comuna muy pequeña de la región de Champagne – Ardenas, ubicada al noreste de Francia muy cerca de Alemania. El valle de Marne fue fusionado con las regiones de Alsacia y Lorena en 2016. Por lo que aquí ya tenemos dos puntos a favor, la región de temperaturas frías y lluviosas, lo cual remarca gran acidez, y el suelo mineral característico de los excelentes vinos blancos de la zona.
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Vid con experiencia
La familia Copin se ha encargado de mantener su autenticidad, estabilidad y calidad a través de prácticas eco-sustentables y procesos meticulosos que no dañen o afecten la naturaleza del territorio. Los viñedos cubren alrededor de diez hectáreas en donde las raíces tienen edades desde diez hasta sesenta años. ¿Te imaginas un champagne elaborado con vides de cuarenta, cincuenta, sesenta años? ¡Qué delicia!
En la empresa, se aseguran de tener lo mejor de cada etapa, su proceso es una mezcla de “prácticas correctas”. Es decir, un cuidado minucioso para evitar la corrosión de suelos, desde la poda hasta sus métodos tradicionales tanto en el campo como en el añejamiento en barricas de roble, hasta la incorporación de herramientas modernas para el control de temperaturas y la microvinificación. ¿Qué es la microvinificación? Así se le llama a la elaboración de vinos en pequeñas cantidades, lo cual demuestra en gran medida, su calidad, asegurando procesos de veracidad artesanal y producción responsable. Ésto es de suma importancia, ya que los litros de producción de champagne son regulados para así evitar una sobreexplotación del suelo y las vides, entre otros aspectos.
¿Qué probar?
Nosotros degustamos de un cuvée tradicional y un cuvée reserva. El primero es elaborado con el ensamble histórico del territorio, uvas encontradas en todo el valle de Marne: Pinot Meunier en su gran mayoría (90%), añadiendo Pinot Noir para notas frutales (10%) y rematando con gran profundidad en aromas y sabor, del cual el total el 10% es añadido un vino de reserva. El vino de reserva es usualmente añadido en pequeñas cantidades ya que impone por su gran calidad, ya sea por la añada o su tiempo de añejamiento, se utiliza para potencializar cualidades en el vino. A este cuvée le incorporan el dosage (cantidad de azúcar añadida) adecuado para un Brut (8 g/L). Aunque también existe en forma de Demi-sec, el cual es más dulce.
«El vino de reserva es usualmente añadido en pequeñas cantidades ya que impone por su gran calidad, ya sea por la añada o su tiempo de añejamiento, se utiliza para potencializar cualidades en el vino«
El cuvée reserva, es un Brut de mezcla sutil elaborada con tres varietales definidas como una armonía de champagne maduro compuesta por: 33% Meunier, 33% Pinot Noir, 33% Chardonnay y 28% de vinos de reserva sobre el total de las varietales. Una sinfonía de burbujas finas tocan el paladar, embelesado con notas minerales cubiertas de aromas a frutos maduros. Una bebida sin igual…
De igual forma, tienen un cuvée Rosé con delicados sabores a frutos rojos; un cuvée Blanc de blancs, el cual debe ser elaborado con 100% uva Chardonnay; un Extra Brut (para los amantes de vinos secos). Y un cuvée Vintage 2005 –el cual ansiamos probar–, un blend 50 – 50 Chardonnay y Pinot Noir en su mejor añada. Con cero licor de tiraje, promete notas especiadas a miel y frutas caramelizadas. ¿Te imaginas el sabor? Nosotros sí ¡y queremos probarlo ya!
Raoul Gautherin & Fils, desde 1585
Queremos contarles ahora sobre otra familia del mundo franco vinícola, ésta con muchos más años en experiencia. Se trata del dominio de Raoul Gautherin et fils, una familia que lleva en el negocio desde 1585. Ahora con Adrien Gautherin al frente, la catorceava generación de este linaje vinatero.
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Chablis
Chablis es reconocido mundialmente; un pueblo ubicado en la zona vinícola de Borgoña. Aquí, la uva estelar, imprescindible y singular es la Chardonnay. Creciendo en un clima septentrional, de frío y lluvias sobre suelos de piedra caliza, la uva exprime al máximo su terroir (toda la condición climática de la vid), lo cual confiere su carácter y personalidad únicas. Asimismo, de intensa acidez y marcada mineralidad.
En esta región se encuentran algunas de las AOC (apelaciones de origen controladas) más altas de la legislación francesa. Y la familia Gautherin et Fils, nos presenta dos de ellas: tres Chablis Premier Cru y tres Chablis Grand Cru. ¿Te gustaría probar uno de los mejores vinos del Viejo Mundo?
Todo se queda en familia
Raoul Gautherin et fils nos traen la máxima expresión del vino blanco a la mesa, un negocio que ha pasado por catorce generaciones y que ahora se beneficia de todo el conocimiento de sus antepasados.
Sus vinos son elaborados de la forma más tradicional, salvaguardando su ecosistema y cultivando su pasión por los viñedos. La uva Chardonnay aquí es la reina, gracias al suelo de roca y arcilla caliza, encontramos vinos con aromas sutiles a miel, flores, cal y cítricos.
Premier y Grand Cru
Dependiendo de la denominación, es la complejidad del vino. La familia Gautherin maneja las cuatro denominaciones: Petit Chablis, Chablis, Premier Cru y Grand Cru. De los Premier Cru podemos encontrar Vaillons, Montmains y Mont de Milieu. Viñedos que se jactan de estar en la mejor parte de la colina en la zona, lo que crea líquidos de larga permanencia en el paladar, logrando un equilibrio entre alcohol, acidez y dulzura; que resultan en vinos que gozan de elegancia y complejidad en aromas y sabor.
Existen siete Grand Crus en Chablis, y Raoul Gautherin & fils tienen tres de ellos. Cuentan con Vaudésirs, Grenouilles y Les Clos. Estos viñedos se ubican a lado del río Serein, lo cual logra una exposición ideal de los viñedos al sol, con lo que se logran condiciones de crecimiento óptimo, dejando así el resto al viticultor y al trabajo en bodega.
Por supuesto, cada uno de estos vinos tiene características exclusivas e inigualables. Sin embargo, todos se destacan por sus notas florales y frutales, su marcada mineralidad y elegancia, su frescura imprescindible en matices y gamas que nunca cesan en explorar. Creados para paladares incansables, ansiosos por probar cada vez más y mejores vinos. Brebajes para maridar con ostras, mariscos, frutos del mar; y crear una velada sin precedentes.
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¡En busca de importadores!
Les recordamos, estas dos empresas familiares de alta gama aún no han encontrado lugar en el mercado mexicano. Así que si eres o conoces a alguien que importe vinos, no vaciles en mandarnos un mensaje para ponerte en comunicación con los representantes de Jacques Copin o Raoul Gautherin et fils, quienes han dedicado su vida entera a salvaguardar y evolucionar estos elixires de las regiones más importantes del vino en Francia y en definitiva, queremos verlos en nuestras mesas mexicanas. ¡Así que no dudes en contactarnos!
Para más información, visita sus páginas:
https://www.chablis-gautherin.com/
http://www.champagne-jacques-copin.com/en-estate
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