Victoria, la capital de la provincia de Columbia Británica, es una ciudad pintoresca llena de historia y belleza natural. Fundada en 1843 como un puesto comercial de la Compañía de la Bahía de Hudson, ha evolucionado hasta convertirse en una ciudad cosmopolita que preserva su legado colonial, pero que también abraza la modernidad. El puerto de Victoria es uno de los más hermosos del mundo, y la ciudad es conocida por sus jardines exuberantes, como los mundialmente famosos Jardines Butchart, que ofrecen una explosión de colores y aromas durante todo el año. Además, el Museo Real de Columbia Británica y el histórico Empress Theatre son solo algunas de las joyas culturales que hacen de Victoria un destino fascinante para los viajeros.
A lo largo de más de un siglo, el Hotel Fairmont Empress ha mantenido su esencia como un símbolo de lujo, historia y cultura, y continúa siendo un lugar donde los visitantes pueden experimentar la elegancia y el esplendor de la costa canadiense en su forma más auténtica. Con cada renovación y restauración, el hotel ha sabido preservar su carácter histórico, al mismo tiempo que ha integrado las comodidades modernas para satisfacer las necesidades de los viajeros contemporáneos.
Lee también: De México a Ottawa, la puerta de entrada al turismo multicultural
El Fairmont Empress es una parte fundamental de la historia de Victoria. Su elegancia intemporal, su ubicación privilegiada y su servicio excepcional lo convierten en un destino que invita a desconectar del ajetreo diario y sumergirte en un lujo sereno y lleno de encanto. En todas las temporadas del año, el Fairmont Empress es el corazón palpitante de esta hermosa ciudad costera.
Una de las joyas del Fairmont Empress es su restaurante Q, el cual ha ganado popularidad por su enfoque moderno y sofisticado a la cocina canadiense. El chef ha creado un menú inspirado en ingredientes locales de alta calidad, con énfasis en los productos frescos de la isla Vancouver. En Q, los huéspedes disfrutan de un ambiente contemporáneo y elegante mientras degustan platos innovadores y llenos de sabor. La mezcla de tradición y creatividad en la cocina hace de este restaurante una parada imprescindible para los amantes de la gastronomía.
Además del restaurante Q, el Afternoon Tea en el Fairmont Empress es una experiencia única que evoca la elegancia de la era victoriana. Servido en el gran salón con vistas al puerto, los scones recién horneados, los delicados finger sandwiches y las tartas finas ofrecen una degustación de lo mejor de la tradición británica. Esta tradición se ha mantenido viva a lo largo de los años, y sigue siendo uno de los mayores atractivos del hotel.
Este hotel, inaugurado en 1908, se ha ganado el cariño y el respeto de viajeros de todo el mundo. Sus altos techos, los detalles ornamentales y las opulentas habitaciones evocan una sensación de grandeza, mientras que las modernas comodidades aseguran una estancia placentera y relajante. Cada rincón de este lugar está impregnado de un aire de elegancia clásica, pero también de una calidez acogedora que nos invita a sentirnos como en casa.
El Fairmont Empress es un testimonio viviente de la historia y el espíritu de Victoria. Con su arquitectura imponente, sus espacios llenos de tradición y su cálido ambiente, ofrece a los visitantes una experiencia única que mezcla lo mejor del pasado con el confort del presente. Ya sea disfrutando de un Afternoon Tea en su elegante salón, saboreando las exquisiteces de su restaurante Q, o relajándonos en su spa con vistas al puerto, cada rincón del hotel invita a una inmersión profunda en la historia y la belleza de la región. Este lugar se ha ganado su lugar como un faro de lujo y hospitalidad, proporcionando un refugio que nos permite descubrir la esencia misma de Victoria, una ciudad que se siente como un abrazo del mar y la naturaleza.
Continúa con: Recetario para la memoria