“Mientras que otros lugares tienden a quedarse estancados, Nueva York siempre continúa evolucionando”.
Karl Lagerfeld
La Estatua de la Libertad fue un regalo de Francia a América. Construida en 1886, sigue siendo un famoso símbolo mundial de la libertad y una de las estatuas más grandes del mundo, con poco menos de 152 pies de altura desde la base hasta la antorcha, y pesa aproximadamente 450,000 libras. Es también un punto de referencia en Nueva York, sin duda una de las ciudades más famosas y emocionantes del mundo.
Nueva York es una ciudad sin límites. Esta fascinante metrópolis presenta una variedad vertiginosa de experiencias que están esperando ser descubiertas. Entre sus rascacielos se alzan espacios de magia, de fantasía, donde podemos vivir momentos únicos, con un sabor autentico y un ambiente inolvidable.
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Las vistas
Con su impresionante vista de Columbus Circle, Central Park y el horizonte de la ciudad, Mandarin Oriental, Nueva York es un destino ideal para los viajeros más exigentes.
Cada elemento en Mandarin Oriental, Nueva York, desde los acabados de diseño de metal gingko en las puertas giratorias y los ascensores hasta los kimonos enmarcados que cuelgan en los pasillos y los cojines dorados chinos en las camas en las habitaciones notablemente grandes, refleja una sofisticada estética asiática que reconoce la herencia de la cadena hotelera del Lejano Oriente mientras captura simultáneamente la individualidad de Nueva York.
Vivienne Tam, una destacada diseñadora de moda de Nueva York, diseñó el abanico característico del hotel, que se muestra en el vestíbulo del hotel. Dale Chihuly creó dos piezas de vidrio instaladas en el hotel. El primero es un candelabro, creado en una colaboración única con Waterford Crystal, que pesa aproximadamente 2,100 libras y comprende 683 piezas de vidrio soplado a mano y piezas de cristal. La segunda instalación, ubicada en el vestíbulo del piso 35, es la primera incursión de Chihuly en jardines de vidrio.
Aquí, las vistas son espectaculares: el hotel se alza sobre Manhattan en los pisos 35 a 54, así que nos sorprendemos desde cada habitación. Algunos ofrecen vistas del horizonte y del río Hudson, mientras que otros muestran Central Park y el paisaje urbano circundante.
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Involucrando todos nuestros sentidos, The Aviary NYC redefine la experiencia del bar. Encaramado en nuestro piso 35 y con una vista panorámica, The Aviary NYC ofrece un viaje interactivo para los huéspedes, donde los cócteles ingeniosos y los pequeños platos de comida complementan la experiencia. Reflejando los principios centrales del buque insignia de Chicago, al mismo tiempo que incorpora la rica cultura de cócteles de Nueva York.
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