Caminar por la selva maya, es entrar a un mundo antiguo, donde la naturaleza y el hombre se encuentran en comunión. Una de las habitantes de este espacio es la melipona, especie endémica de Centro y Sudamérica, principalmente de climas tropicales.
Desde antes de la llegada española, cuando los mayas habitaban el sur del territorio, en sus esplendorosas ciudades en medio de la selva, las meliponas eran sagradas. La “abeja sagrada de los mayas” era venerada entre cuatro y seis veces al año, debido a las propiedades medicinales de su miel.
Pero, ¿qué las hace diferentes?, ¿por qué son tan especiales? Para responder dichas preguntas hay que conocer más de estas abejas. Pertenecientes a la tribu meliponini, la abeja melipona es de las pocas que carece de aguijón, por lo que es considerada una abeja dócil y de fácil manejo. Sin embargo esto es real hasta que su colmena se encuentra en peligro, momento en que las meliponas atacan mordiendo, se aferran con tanta fuerza, que al igual que sus primas europeas, mueren tras el ataque.
Pequeños seres de luz
Debido a la delicadeza de la especie, los mayas consideraban que sólo podían ser cuidadas por seres nobles, para que no fueran perturbadas y por ende, su vida continuara. Hoy en día es posible encontrar pequeñas granjas de meliponas, habitando en cajas especiales que han sido adaptadas como colmena.
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Esto nos lleva a nuestro siguiente dato, el hábitat natural de esta especie no es un panal o colmenar tradicional, sino que viven en jobones, troncos huecos de distintos árboles. Una vez que han seleccionado su hogar, un guardia queda en la entrada para protegerlo. Aquí empieza la magia, la recolecta de polen y el lento proceso de elaboración de miel.
Una colmena saludable y productiva puede producir de uno a uno y medio litros de miel al año, cantidad diminuta si la comparamos con la de las abejas europeas, mismas que pueden producir hasta 30 litros al año. La colecta de tan preciado líquido ambarino se realiza una vez por año, debido a la poca cantidad que se genera, aunque esto se refleja en un incremento en su valor.
Ámbar de vida
Tal valor no se expresa en lo económico, sino en lo medicinal, el secreto de las meliponas se encuentra en las propiedades curativas de su miel. Entre los beneficios que podemos encontrar en su consumo son; fortalecimiento del sistema inmunológico; aumento en la producción de glóbulos rojos, en caso de anemia; afecciones en la piel y problemas tanto respiratorios como gástricos.
Una miel muy completa en vitaminas y minerales, así como enriquecida, naturalmente, en proteína, ya que cuenta con 50 por ciento más que otras mieles. Utilizada en remedios caseros y en la industria cosmética, el abanico de usos de este producto es inmenso, y todo gracias a una pequeña abeja.
Poder caminar por la selva y encontrarse con un jobón de meliponas es algo extraordinario, yo tuve la oportunidad de conocerlas en los cafetales de Ixhuatlán, en Veracruz. Estar rodeado por ellas, se siente como una bienvenida a su hogar, tener permiso de probar su néctar y regresar con su bendición.
Polinizadores por excelencia, médicos en miniatura y unos animales tan complejos y llenos de maravillas, que su sola existencia los hace sagrados. Los mayas tenían razón, son seres espirituales y que merecen nuestro respeto y protección.
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