Visitar la Antártida es vivir una experiencia que nos cambia la vida. Sólo cuando llegamos allí tenemos la sensación de estar en el mismísimo fin del mundo, en un vasto continente sin habitación humana permanente: solo vida silvestre, montañas, rocas y hielo.
La Antártida es increíblemente rica en vida silvestre, lo que resulta aún más sorprendente dadas sus duras condiciones. Al visitar la Antártida (ciertamente con más comodidad que en las expediciones de principios del siglo XX), estamos siguiendo los pasos de algunos de los más grandes exploradores, entre ellos Ernest Shackleton, Robert Falcon Scott, Roald Amundsen y Edmund Hillary.
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Sir Ernest Henry Shackleton es más conocido como un explorador polar que participó en cuatro expediciones que exploraron la Antártida, en particular la Expedición Transantártica en el barco Endurance en 1914-16 que dirigió y que, aunque no tuvo éxito, se hizo famosa como una historia de notables perseverancia y supervivencia.
El viaje ‘In Shackleton’s Footsteps’ de los cruceros de lujo Swan Hellenic nos lleva a los destinos donde el explorador y su tripulación navegaron en su inmortal aventura. Con la intención de permitirnos ‘ver lo que otros no ven’, la línea de cruceros de lujo Swan Hellenic ha creado rutas en destinos poco transitados, únicos y memorables. Nombrado en honor a la antigua diosa romana de la luz, la luna, la caza y la naturaleza, el barco Swan Hellenic Diana ha sido especialmente diseñado para navegar por todo el mundo para explorar los lugares más inspiradores e inaccesibles de la tierra.
Mientras navegamos y visitamos la sorprendente pero inhóspita Isla Elefante, imaginamos la escena en 1916. Shackleton había logrado sacar tres botes salvavidas y su tripulación de 28 personas desde los restos congelados del Endurance, atrapados en el hielo del mar de Weddell, hasta una playa pedregosa. en esta mota cubierta de roca y hielo. Shackleton y cinco miembros de la tripulación desafiaron el viaje a Georgia del Sur en un bote salvavidas para conseguir ayuda, dejando a 22 hombres en este desolado lugar durante 137 días, sin nada más que focas y aves marinas como compañía. Todos sobrevivieron.
Este magnífico viaje comienza en Ushuaia, denominada como ‘la ciudad al fin del mundo’. Continuamos a las Islas Malvinas, donde nos encontramos con un sinfín de bellos pingüinos en paisajes bellísimos.
Después de explorar las Islas Malvinas nos dirigimos a uno de los destinos menos visitados – y uno de los más fascinantes – del planeta: South Georgia. Aquí tuvimos el enorme placer de visitar Grytviken, la histórica estación ballenera donde está enterrado el legendario explorador británico Ernest Shackleton, la cual ha sido re-conquistada por la naturaleza; entre las ruinas corren y juegan focas y pingüinos.
Navegando entre icebergs y ballenas, nos dirigimos a nuestro destino final: la Península Antártica. El lugar más accesible y visualmente más deslumbrante del Continente Blanco, la Península alberga varias bases científicas y algunos de los paisajes de vida silvestre más interesantes. El experto equipo de navegación de Swan Hellenic nos llevó a descubrir lugares increíbles, como la costa Brown Bluff, la isla Danger y el impresionante volcán dormido Deception Island, al cual se puede acceder desde el mar, adentrándonos en su ladera a bordo de SH Diana.
Swan Hellenic nos lleva en un tour guiado por kayak a través de este idílico escenario, durante el cual el líder de la expedición nos introduce a la historia y a los elementos con su vasto conocimiento. Al ras del agua, este pequeño barco de uso individual, nos da una perspectiva completamente diferente de la Península Antártica.
El séptimo continente del mundo, Antártica nos enamora con un paisaje impresionante de icebergs tabulares que flotan libremente, enormes glaciares e impresionantes acantilados de hielo que se alzan a nuestro alrededor de las turquesas aguas congeladas.
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