A unos pasos del Parque México, abrió Disco Café, un lugar que combina buena comida, música y momentos compartidos. No es solo un restaurante: es un punto de reunión que cambia con el día y da espacio tanto al movimiento como al descanso. Detrás del proyecto están Alan Huber, Pablo Gil, Ángel Regalado y Gerardo Díaz, quienes también han impulsado lugares como Metta Running House, Bam Bam Pizza y Aúna. Su idea es clara: crear un espacio donde correr por la mañana, comer bien y convivir con otros se dé de forma natural, sin forzar las transiciones.
En su carta matutina encontrarás jugos frescos, bowls, chilaquiles, café y proteínas bien cocinadas. Todo está enfocado en quienes cuidan su alimentación sin dejar de disfrutar lo que comen. Nos tocó pedir los chilaquiles: tortilla crujiente bañada en salsa, con huevo, aguacate, crema y queso. Energía suficiente para comenzar el día con fuerza y buen ánimo. Para algo más dulce, el pan francés con jugo verde fue una elección sencilla pero acertada.
De café a cocina de noche, sin perder el ritmo
Durante las mañanas, Disco Café funciona como un sitio tranquilo. Hay desayunos pensados para recargar energía, mesas para trabajar o sentarse a leer, y un ambiente que invita a quedarse después de una caminata o corrida por el parque. Conforme cae la tarde, el espacio cambia. Las luces bajan, las burgers salen con fuerza de la cocina, y los cócteles, tanto clásicos como versiones sin alcohol acompañan la música que va subiendo el tono. Hay noches con sets de vinilos, mezclas entre pasado y presente que marcan el inicio del plan nocturno.
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Un espacio que conecta con el recuerdo
Cada parte de Disco Café responde a una misma lógica: sentirse bien sin tener que elegir entre cuidarse o divertirse. Aquí, el movimiento se cruza con el descanso, la comida con la charla, y la rutina diaria con un momento para desconectar. Más que un concepto, es una forma de vivir que ya estaba ahí: solo necesitaba un lugar para reunirse.
El proyecto arquitectónico, desarrollado junto al despacho MOOS y el equipo de iluminación de ILWT, parte de una estética retro que se entrelaza con elementos que despiertan la nostalgia. En medio del espacio destaca una bola disco derretida, imagen representativa del lugar.
Un espacio que une la energía del cuerpo en movimiento
La apertura de la segunda sede de Metta Running House se enlaza de forma natural con Disco Café. Ambos espacios comparten una visión: fomentar el movimiento consciente y celebrar los encuentros cotidianos. Justo al lado de la tienda, este café se convierte en punto de reunión para quienes corren, crean o simplemente disfrutan mantenerse en movimiento. Desde desayunos después de entrenar hasta tardes relajadas antes de salir, el lugar propone una idea clara: encontrar equilibrio también es una forma de darse gusto.
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