El cielo de Los Cabos se pinta de rojo al caer de la noche y recuerdo con dulzura los momentos de placer y disfrute culinario que he vivido en este paraíso. El majestuoso Zadún, A Ritz Carlton Reserve en Los Cabos es un espacio de lujo y refinamiento que me ha transportado a través de los sentidos a mundo de hedonismo puro, donde fui partícipe de experiencias únicas.

Durante mi primer día en este paraíso exploré los sabores de El Barrio, donde me encontré con las complejidades de la auténtica cocina mexicana, desde la comida callejera hasta una cocina más refinada, lograda a la perfección. Aquí degusté otras, tacos de atún y un sabroso gyro en pan pita. Cuando se trataba de equipar los restaurantes en Zadún, el chef ejecutivo Rodrigo Torres viajó por todo México para encontrar las piezas diseñadas artesanalmente perfectas para cada mesa. En El Barrio, la vajilla es como el propio México: vibrante, colorida y única.

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Al caer la noche me deleité con una de las experiencias culinarias más exquisitas de Los Cabos: Humo. El nombre mismo de este restaurante nos hace agua en la boca y el aroma de su eterna parrilla invade los sentidos cuando nos acercamos a la impactante terraza donde se encuentra. En Humo, el chef Lucas López, con su cálida sonrisa y acento mezclado argentino e italiano, nos llevó de la mano a explorar sabores intrigantes. Comenzamos la cena con un Atún nikkei con leche de tigre, atún, crema de aguacate y wasabi – un platillo fresco y delicioso.

Aquí probamos también las increíbles ostras tempura así como las empanadas salteñas con masa de empanada criolla, carne de res, cebolla, grasa de cerdo, cebolla de verdeo y pimentón ahumado. Continuamos con un chorizo de rosca polaca con semillas de cilantro, pimentón ahumado y humo líquido, el cual nos impresionó con sus sabores sutiles. El broche de oro fue un espectacular ojo de bife elaborado a la perfección, el cual disfrutamos con un excelente chimichurri argentino.

En Zadún, los viajes gastronómicos al pasado traen de vuelta las tradiciones de todas las regiones para crear nuevos capítulos en la cocina mexicana. Aquí también nos podemos sumergir complementen en al rica cultura de nuestro país a través de su experiencia de mezcales. En el impacientemente bello bar Candil, una estructura imponente de metal, vidrio y un sin fin de botellas, tuve el placer de descubrir los diversos estilos y sabores de mezcales de diferentes regiones de México en un cata sensorial exquisita.

En el hotel también nos podemos aventurar a experimentar cosas nuevas y vivir momentos de aprendizaje y placer. Yo me dirigí al espacio Jean-Michel Cousteau’s Ambassadors of The Environment, donde descubrí la asombrosa Historia del Chocolate y ayudé a transformar semillas en una exquisita bebida preparada con mis propias manos, una experiencia divertida y sabrosa. El resultado fue un rico chocolate caliente auténtico y artesanal, aun más placentero en boca al saber que fui yo quien lo elaboró de principio a fin.

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Con este mismo programa de Jean-Michel Cousteau’s Ambassadors of The Environment podemos tomar un viaje hacia las estrellas. Desde uno de los extensos jardines del resort exploramos el cielo estrellado de Los Cabos con telescopios profesionales y guías conocedores que nos llevaron de la mano a descubrir la magia e historia detrás del brillo nocturno de las estrellas.

Desde sus inicios, Ritz-Carlton ha sido sinónimo de lujo. Ritz-Carlton Reserve busca elevar esta sofisticación a nivel máximo para los viajeros que buscamos una escapada significativa personalizada, donde cada instante nos sumerge en lujo y momentos únicos. Zadún, la joya de la corona de la hotelería de Los Cabos, ofrece vivencias inolvidables y nos seduce con su estilo único, infinitamente acogedor.

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