Nos ofrece una cocina de plaza
Pedro Monedero, madrileño de nacimiento ha sido reconocido por traer a México la tradicional Cocina de Mercado, donde combina en perfecta armonía una propuesta creativa que incorpora opciones de cosecha propia enlazados con la cocina moderna haciendo uso de materia prima local, aderezado con sabores frescos del típico mercadito sobre ruedas.
La vida gastronómica del chef Monedero ha sido extensa y su experiencia habla por sí sola, comenzando en la Escuela de Gastronomía de la Asociación de Cocinero y Reposteros de Madrid, título que le valió a colaborar con las estrellas culinarias Salvador Gallegos y Martín Berasategui.
Como empresario dio inicio con Casa Gala en Madrid, taberna-bistró con tostas, pintxos y platillos de la cocina tradicional ibérica. Después, le siguió Quintaesencia, donde la carta era una mezcla de platillos típicos con un toque innovador, obteniendo una mención dentro de la Guía Michelin.
El 2009 fue crucial para el chef, eligiendo México para pasar unas vacaciones, sin imaginar que su propuesta conquistaría el paladar de los capitalinos, apostando por opciones que no buscan ser tan sofisticados, sino que resulte una explosión de sabores exquisitos.
Su andar comienza a las 6:00 de la mañana en los mercados de la ciudad, eligiendo estos sitios privilegiados en donde se vive una amplia gama de colores y sabores frescos que la cosecha de la estación nos regala.
Mientras el pregón del marchante se escucha a cada paso con su “llévelo llévelo a 20 pesos la docena”, Pedro visualiza las creaciones con las que estará deleitando a sus clientes más exigentes, como el magret de pato con fruta de la pasión en Primavera; un cochinillo confitado crujiente por fuera pero tierno por dentro para Verano; alguna paella alicantina de pollo, camarón, almeja y mejillón en el seco Otoño; y una trilogía de bacalao confitado para terminar el año.
Pedro Monedero, auténtico aficionado a las historias de Pepe Carvalho (personaje de ficción de Manuel Vázquez Montalbán, detective y apasionado literario culinario), plasma su esencia y personalidad en cada una de sus recetas, logrando conjugar lo tradicional de los mercados con el estilo urbano y cosmopolita de la ciudad.