¿mercadotecnia y publicidad?

Los paradigmas son los supuestos, las visiones, los modelos que, conscientemente o no, tenemos en cuenta en el momento del análisis y la toma de decisiones.

La palabra paradigma viene del griego paradigma, que quiere decir “modelo”, “patrón”, “ejemplo”.

Thomas Kuhn utiliza la palabra paradigma, y la explica como una manera de ver y explicar los objetos de estudio, que se convierten en un modelo aceptado de forma incuestionable por la comunidad científica.

Barker coincide con la teoría de Kuhn, que dice que los paradigmas actúan como filtros, es decir: filtran nuestras experiencias (efecto paradigma), cuando se nos presenta un nuevo paradigma que no se ajusta a nuestro paradigma, tendemos a distorsionar datos a manera de ajustar al nuevo paradigma con el ya establecido.

Esto nos lleva a la conclusión de que los paradigmas son modelos que influyen en la manera que tenemos de ver y entender el mundo.

La interrelación de los paradigmas es crucial para el éxito y la longevidad de toda cultura. Los paradigmas establecen reglas de cómo se deben hacer las cosas, limitando a la gente a pensar en situaciones establecidas, bloquean nuestra capacidad de observar el mundo como un todo y de buscar alternativas pensando de manera no convencional. Un nuevo paradigma aparece cuando se acumula un exceso de cuestiones que se salen del marco ordinario y el paradigma actual no puede explicar. Todo nuevo paradigma implica un principio que siempre existió pero que hasta entonces nadie había reconocido, es incluyente.

Después de algún tiempo este nuevo paradigma comienza a tener grietas y surge uno nuevo. A este proceso repetitivo se le llama evolución.

El mundo del vino también se ha regido, en diversos momentos, por paradigmas, que normalmente contienen un rasgo de verdad y otro de subjetividad. Tal es el caso del Beaujolais Nouveau.

Es necesario precisar que el viñedo de Beaujolais es una región vinícola de Francia que se extiende al sur de Borgoña y al norte de Lyon. Es conocida por su larga tradición vinícola y recientemente por el Beaujolais Nouveau. La cepa que mayormente emplean es la gamay.

Es una región bastante amplia con más de 20,234 hectáreas, cuyo clima es semi contiental con algunas influencias templadas.

Los vinos suelen ser tintos ligeros y afrutados, y la mayoría son producidos por maceración carbónica. Existe, no obstante, el Beaujolais Blanc que se elabora a base de chardonnay y el Beaujolais Rosé de gamay.

La historia de Beaujolais Nouveau se remota al siglo XIX. Es un vino que se elabora para celebrar el término de la vendimia con uva 100% gamay; como resultado de un proceso fermentativo corto, gracias a la maceración carbónica, aporta notas de fruta fresca roja, como cereza y fresa. Beaujolais Nouveau es de color rosa-púrpura, ligero, incluso para lo que es normal en el vino de Beaujolais. El método de producción significa que hay muy poco tanino y el vino puede verse dominado por los aromas afrutados, ester metílico de bananas y gotas de pera. Estos son subrayados por la frecuente recomendación de servir el vino ligeramente fresco, a aproximadamente 12 o 13°C.

En los años 60, se hizo popular por todo el mundo, gracias al négociant George Duboeuf, que tuvo la visión de promover este vino como fresco y divertido. Atrajo la atención de los medios y para los años 70 se había convertido en un acontecimiento nacional creando el “Día de Beaujolais”. Este evento se acompañó y se acompaña de eventos publicitarios y grandes anuncios: “Le Beaujolais nouveau est arrivé”. Prácticamente se realiza el festejo el tercer jueves de noviembre y Duboeuf, que sigue siendo el productor más grande de Beaujolais Nouveau, elabora un diseño diferente en la botella para cada añada.

Muchos mencionan que todo se debe a la mercadotecnia y a la publicidad para lanzar al mercado un vino que podría ser ampliamente criticado por su juventud y proceso. Algunos críticos de vino mencionan que son vinos “simples” e “inmaduros”.

Creo, personalmente, que es un vino que representa una opción, de consumo inmediato, cuyo propósito es ser amable, fresco y divertido, que ha contribuido al conocimiento de una zona vitivinícola tradicional y que además de una botella atractiva, puede ser una opción para quien se inicia en el consumo del vino, o bien, para lograr una sintonía gustativa con platos muy ligeros.

¿Mercadotecnia y publicidad? Al final, decía Unamuno: “Los vinos no se venden, hay que venderlos” y tal vez, no obstante su éxito producto de la promoción, se sostiene en realidades, ya que el consumidor actual es cada vez más exigente y si no encuentra satisfacción a sus necesidades o deseos por lo que aporta económicamente, no vuelve a comprar el producto.

De tal suerte que la mercadotecnia y la publicidad cumplen su función de orientación y venta, pero no son técnicas ni herramientas mágicas.

El mundo del vino es cultura y tradición, pero también es festivo y divertido y hay cabida para el Beaujolais Nouveau u otras opciones que seguramente seguiremos disfrutando en un mundo globalizado y en constante evolución. d

 

 

pmere@saborearte.com.mx

ESCRITO POR Pilar Mere

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