Pocas bebidas son tan populares como el café, el delicioso oro negro que no puede faltar en las mañanas, en la tarde junto al postre o en la noche para combatir el sueño. Pero aunque se trata de una bebida que ha estado presente desde hace cientos de años, ha sido durante este siglo que ha recibido los reflectores de la alta gastronomía para convertirse, en muchos casos, en una bebida de especialidad que evoca cierta exclusividad.

Y aunque eso demuestra lo valioso y delicioso que es el café, también representa un perjudicial aspecto social que separa a las clases. En otras palabras, parece ser que, si estás buscando un buen café, tendrás que gastar una pequeña fortuna en ello, como si los métodos de infusión de café y los granos de buena calidad fueran una rareza a la que solo los mejor acomodados pueden tener acceso.

Por otro lado, si lo que buscas es un café económico, parece que no hay opciones más allá del café soluble o de mala calidad, como el de los desayunos de buffet o las clásicas bicicletas que recorren las calles de la ciudad -aunque a veces estas opciones también sorprenden con el sabor de sus bebidas-.

Flat White. Foto por Rodrigo Contreras

Horas del café

Otro idea popular entre los consumidores de café es que existe un horario específico para beberlo. Y no me refiero a un horario como la tradicional hora del té en Gran Bretaña, sino que frecuentemente se limita el consumo a ciertos momentos específicos.

El primero es por la mañana, pues para muchos la cafeína tiene un efecto estimulante que nos activa y da energía para comenzar el día. Y es que sí, levantarse temprano es complicado, y nada se agradece más que una taza de café caliente para recibir los primeros rayos de luz.

El segundo es por la tarde, más concretamente, a la hora del postre. ¿A quién no se le antoja un cafecito para acompañar su pastelito después de comer? Y claro, cómo no ser el dúo perfecto si las notas amargas del café se mezclan perfectamente con los manjares más dulces.

Desayuno con café. Foto de Rodrigo Contreras

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Y por último, aunque no es del todo recomendable, no son pocos los que consumen café por las noches para espantar el sueño, pues la cafeína es el mejor aliado de los estudiantes que no han terminado su proyecto para la universidad, así como de los doctores o cualquier otro personal cuyas jornadas laborales se extienden hasta muy tarde -o hasta la mañana siguiente, también-.

Mandrake: el mago del café

Si te gustan los cómics tal vez conozcas al mago Mandrake, considerado por algunos como el primer superhéroe de la historia, quien utilizaba sus trucos mágicos para combatir el crimen.

Pues así como en el mundo de los cómics existió el héroe Mandrake, así también el mundo del café tiene el suyo, pues la filosofía central de Mandrake café, que ya cuenta con 5 sucursales, es ofrecer gran café a precios accesibles, con la finalidad de acercar esta bebida a todos los que la quieran disfrutar.

Café expreso. Cortesía de Mandrake Café

No voy a mentir diciendo que es la cafetería más barata, pero si me hubieran dicho antes que podía encontrar uno de los mejores cafés de especialidad a menos de $60 la taza no me lo hubiera creído.

Menú Mandrake

Y como en Mandrake ser heroes del café es el pan de cada día, también está entre su filosofía ofrecer esta bebida casi a cualquier hora del día, no solo porque está abierto entre semana desde temprano en la mañana hasta la noche -en fin de semana cierran más temprano, pero eso, más que alarmarse, nos habla de un cuidado a sus empleados-, sino porque recientemente implementaron un menú de alimentos con un mensaje claro: el café también marida con la comida.

Así puedes pedir un expreso, un capuchino o un flat white mientras disfrutas de unos chilaquiles con cochinita, un avo toast o un bagel de salmón en la mañana; o un americano en la tarde acompañado de un delicioso sándwich de pollo frito con los mejores pepinillos caseros -no te miento, pedí otro pepinillo solo para comprobar-.

Además, también hay platos súper creativos como el hummus de betabel o el tapenade con durazno, y el pan francés con un toque de plátano macho es un must, que sin importar la hora, vale la pena probar.

Pan francés. Foto de Rodrigo Contreras

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Lo único malo de este menú es que, por ahora, sólo puedes encontrarlo en la sucursal de la Roma, que tiene apenas unos meses abierta, pero no te preocupes si te queda un poco lejos, que pronto llegará a otras sucursales.

Si quieres saber más acerca de Mandrake Café, no olvides visitar su instagram; y si se te antojó un café a la hora de la comida, visita la cafetería y disfruta de uno de los mejores cafés de la ciudad a un precio realmente accesible.

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