En esta ocasión visitamos La Docena Polanco, y no podemos decir más que, sigue siendo de nuestros favoritos. Este cotidiano citadino se caracteriza por una cocina que se preocupa por mantener el estándar en sus platillos pero también, no nos deja de sorprender por la alta calidad de frescura que ofrece en cada platillo y sus destellos creativos que se denotan en sus propuestas de temporada.
Si bien sabemos que sus ostiones son insignia, siempre es recomendable echarle un ojito a su menú para deleitarnos con los productos de cada estación que tienen para nosotros.

Este concepto que se basa en la dualidad mar y tierra está inspirado en la cocina de Nueva Orleans y Cajún de Louisiana, nos ofrece una amplia variedad de productos de la pesca en aguas certificadas de Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Baja California, así como también carne procedente de diversos estados de la República en donde destaca la traída de Durango como el Chuletón y el Flat Iron Wagyu, el New York de libre pastoreo así como el cordero de Acatic Jalisco.

Lo que probamos

Lo mejor para empezar es abrir apetito con una cerveza que con su acidez ligera nos deje ganas de darnos todo un festín. Nosotros probamos la Unión, de origen jalisciense.

Desde sus primeros platos es evidente la atención al detalle y es que ello denota la dirección del chef Tomás Bermúdez quien hace años llevó a este espacio a ser reelegido como uno de los mejores restaurantes de América Latina por la lista LATAM’s 50 best restaurants por S. Pellegrino & Acqua Panna.

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La nota inicial la dimos con un par de tostadas de atún y de pulpo, que además de venir presentadas con gran cuidado denotaban el sabor delicado del atún y la excelente cocción del pulpo.

Luego continuamos con un ceviche que combinaba callo de hacha, pescado y almeja entre chile serrano en láminas, rábano sandía en julianas, cebolla, jitomates cherry y brotes de perejil; todo aliñado con una ligera vinagreta perfecta para seguir animando al paladar a deleitarse.

Uno de sus platos recomendados de temporada es el aguachile tatemado, una receta única de “La Docena Oyster Bar & Grill” que consiste en camarón limpio y abierto en corte mariposa marinado con limón, sal y pimienta, bañado con salsa tatemada de tomatillo y chile de árbol. Sus notas ahumadas son únicas y se combinan perfecto son brotes varios provenientes de su huerto, una emulsión de aguacate, rábano sandía y toquecitos de habanero.
Por otro lado recomiendo ampliamente que preguntes por la almeja chiluda, la cual, si está disponible, no dudes ni un segundo en pedirla. Viene de las costas entre Nayarit o también de Ensenada. Una vez abierta y limpia se le agregan cítricos, aceite griego, sal, pimienta y es llevada a la mesa. ¡Inolvidable!

Para los platos fuertes no pudimos dejar de meter las manos y decidimos ordenar uno de sus clásicos: Camarones azules del Pacífico a la parrilla. Sus destellos a paprika, mantequilla y ajo sazonan a la perfección la carne delicada de los camarones y llegarán a tu mesa calientitos aún con cáscara para deleitarse pelándolos, comerlos y literal, chuparse los dedos.

También ordenamos una orden de Barbacoa de Wagyu duranguense, de cocción en pozo. Y es que dicen que las cosas buenas vienen en porciones pequeñas e indudablemente esta no fue la excepción, desde el primer bocado el paladar se llena de una densidad suculenta que de inmediato te remite a la grasita sápida del platillo y con su textura suave se deshace de inmediato en tu boca. Como buena barbacoa lo mejor es acompañarla de tortillas recién hechas, cilantro, cebolla y limoncitos, cuya acidez ayuda a contrastar el peso de la grasa deliciosa.

¡Ah! y casi lo olvidábamos. Lo mejor para acompañar tus tiempos es decidirte por sus vinos de la casa para maridar. Nosotros probamos La Concha Blanco, un ensamble entre Sauvignon Blanc y Chardonnay. Se trata de vinos de producción exclusiva para La Docena y que son orgullosamente ensenadenses.

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Y como no podíamos despedirnos sin portarnos mal, ordenamos un postre -que como siempre es un volcán de dulce de leche-, que hemos de confesar que ¡nos fascina! Siempre les perdonaremos que no ofrezcan más opciones dulces porque preferimos la maestría sobre uno que ofrecer varios que sean medianamente buenos. Ya sea que te decidas por acompañarlo de una bola de helado de plátano o de chocolate y avellanas, este postre calentito es toda una caricia para el corazón.

No te pierdas la oportunidad de consentirte con los sabores que La Docena tiene y disfruta de una tarde en su terraza. ¡Te encantará!

¿Dónde?

Sudermann 156. Polanco
5552552067
www.ladocena.com.mx

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