Son muchas las miradas que se tienen en el mundo sobre la gastronomía mexicana, pero para que esta ocupara un lugar especial sobre el panorama culinario internacional tuvieron que consolidarse las bases académicas e históricas en las que algunos investigadores y cocineros fundamentaron su importancia, basada en tradiciones y diversidad.
El Molcajete de Plata es un reconocimiento, que desde hace seis años, se entrega a aquellos que trabajan para enaltecer la gastronomía de nuestro país. Este 2018, la presea fue para Cristina Barros, investigadora de la cocina tradicional mexicana que participó en la promoción para su nombramiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Nuestra directora editorial, Karla Sentíes, es pieza clave en este evento desde sus inicios, transmitiendo su pasión por la gastronomía mexicana como maestra de ceremonias. Fue así como el pasado 11 de septiembre se hizo entrega de dicha presea y compartimos momentos agradables en torno al orgullo de poseer una de las cocinas más valoradas en el mundo.
Cristina Barros nos dijo en entrevista: “Debemos ser respetuosos de nuestras tradiciones. Lo más importante es conocer el país a fondo, lo que nos da un abanico de posibilidades enorme que puede usarse con creatividad pero sin romper la esencia de nuestra cocina”. Sin duda, un consejo que vale la pena seguir. También agregó: «México sabe a maíz y a salsa de chile molcajeteada”, lo que demuestra su cariño por la cocina con valor cultural.
La mejor forma de celebrar este reconocimiento al mérito gastronómico fue con un banquete ofrecido, como cada año, en el Club de Industriales. El menú se hizo con la colaboración de los patrocinadores y coordinado por la chef ejecutiva de la sede, Isabella Dorantes, esta vez conformado por: canapés a cargo de Rodrigo Flores de La Hacienda de los Morales, en el cual destacamos la tártara de salmón con pico de gallo dulce; una sopa verde, creación de alumnos del Centro de Estudios de San Ángel (CESSA); la especialidad del chef Guy Santoro, los pescados, lucieron en esta armoniosa ocasión para deleitar el paladar a través del robalo con especias, cremoso de cebolla y papa confitada al tomillo; ya en la recta final probamos un delicioso chile en nogada con ingredientes tradicionales y un postre de chocolate con crema de nuez de macadamia, ambos a cargo de la ganadora de la edición pasada, Blanca Estela Vidales.
Trabajar para la cocina mexicana es una responsabilidad social. ¡Enhorabuena!
Fotografías: Aurora Yee
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