A pesar de que la historia de Bodegas Nieto Senetiner se remonta hacia el año 1888, cuando inmigrantes italianos la fundan y siembran los primeros viñedos en Mendoza, su preocupación por la calidad y la vanguardia ha estado siempre presente.

Desde su fundación, la bodega se desarrolló en manos de diferentes familias durante las primeras décadas del siglo pasado, que le procuraron la forma arquitectónica que aún hoy se conserva. En 1969 es adquirida por la familia Nieto Senetiner, que amplía las instalaciones iniciando una nueva etapa de crecimiento; en 1998 pasa a formar parte del Grupo de Negocios de Molinos Río de la Plata. La bodega posee una posición consolidada de liderazgo en todos los segmentos de vinos y espumantes de media y alta gama, donde participa, comprometida con los más altos estándares de elaboración y calidad, sustentados en un plan continuo de inversiones en nuevas fincas y tecnología de procesos. La bodega se encuentra en el corazón de Luján de Cuyo, en el Valle de Vistalba, a 900 metros sobre el nivel del mar y cuenta con 352 hectáreas de viñedos propios.

Con una presencia creciente en México, Roberto González, enólogo de Bodegas Nieto Senetiner, visitó nuestro país para presentar tres vinos nuevos. Durante su estancia, Sabor e arte platicó con él sobre el trabajo que realiza. A continuación lo más destacado de esa charla:

Desde su creación, en 1888 Nieto Senetiner priorizó la calidad sobre cantidad, sin embargo, años después ingresa una fuerte corriente migratoria proveniente de la campiña europea que tiene una alta tasa de consumo de vino, por lo que el mercado doméstico de Argentina demandaba mucha cantidad de vino y no calidad, por lo que se pierde el concepto de la trazabilidad. Hubo que esperar casi 100 años para empezar a ver de nuevo la segmentación de los vinos que estaban en 1880. En 1990, con la apertura comercial de Argentina hacia el exterior, la vitivinicultura que tiene que hacer modificaciones y Bodegas Nieto Senetiner es de las primeras en aplicar esa reingeniería. Con ese nuevo modelo vitivinícola de competitividad hacia el exterior, readecua su portafolios, la segmentación de sus vinos en pos de la calidad, y comienza a desarrollar un mercado de exportación hasta la actualidad.

Nieto Senetiner siempre ha estado atento al consumidor; es una exigencia de la bodega brindar a un determinado precio la mejor calidad. En este sentido somos conscientes que en la medida que van ingresando nuevos consumidores al mercado del vino, cambia el perfil de este consumidor. Es así que hoy la producción de vinos depende mucho de este fenómeno; por ejemplo la generación de hoy de 20 o 25 años tienen un perfil de consumo totalmente distinto de uno de 45 o uno de 60 años, y ante esto, Nieto Senetiner no cambiando las recetas productivas de cada una de las líneas sino recreando nuevos modelos de vino para ajustarlos a cada uno de los niveles de consumidores por edad, por nivel socioeconómico o por nivel cultural; además. Nosotros aprovechamos las nuevas estrategias de marketing, a través de estudios de mercado, con posicionamiento de producto, con focus group, para hacer analizar estas tendencias. Esto es mirar de una manera diferente el mundo del vino, es una reingeniería de procesos. Tradicionalmente las bodegas primero tienen una materia prima, elaboran un vino y lo presentan al mercado. Ese ya no es un modelo exitoso en el mundo del vino; ahora precisa de un análisis muy detallado y permanente de lo que es el consumidor, elaborar un prototipo y después someterlo a pruebas con grupos de control. En resumen, es un modelo de alta investigación y competitividad.

¿Cuáles son las tendencias que ustedes detectan, qué es lo que quiere el consumidor contemporáneo, qué busca?

Es muy difícil definir en pocas palabras qué es lo que busca el consumidor. Lo que sabemos es que hay tres tipos de consumidores: un consumidor social, que le importa tener una marca, que se siente cómodo con ella; en segundo lugar hay un consumidor que busca la innovación, probar nuevos productos, que se entusiasma pero que también la ecuación precio-calidad le importa, que se deja influenciar por un medio periodístico, por los que asesoran en las tiendas especializadas de vinos; y finalmente existe un consumidor que compra por relación precio-calidad. Estamos muy conscientes que existe este tipo de consumidores pero la edad, la entrada de nuevas generaciones de consumidores brindan perfiles con tendencias muy diferenciadas, por ejemplo la generación baby boomer es muy diferente a la generación del milenio; la primera es más conservadora, la marca del vino es importante porque da prestigio; en cambio para la generación del milenio el vino es más para disfrutar. Por ello, hay que crear modelos de vino para ese tipo de consumidores; no podemos hacer un producto único generacionalmente, los comportamientos del consumidor están divididos y clasificados. Por ejemplo para México, sabemos que más del 65% no bebe vino, el gran volumen de consumo lo representa la cerveza; la generación que se introduce al vino tiene como modelo de consumo más la cerveza que el vino, por eso debemos presentar un vino refrescante, suave, fácil de beber, sin complicaciones y esto es lo que hay que desarrollar, nada de amargo ni astringente.

Consecuencia de lo anterior, el gran deber del enólogo moderno es estar pensando en el consumidor, que no es modelo único sino que son varios modelos y que uno tiene que recrear distintos estilos que pueden ser accesibles a ese consumidor diferenciado.

Estamos hablando de una bodega muy antigua pero siempre a la vanguardia tecnológica…

Nieto Senetiner fue la primera bodega que introdujo en 1990 un equipo tecnológico de alta performance para la línea de embotellado y nosotros siempre estamos a la vanguardia tecnológica. Hoy tenemos tecnología de punta, somos la bodega más equipada tecnológicamente, especialmente para desarrollar vinos para el perfil del nuevo consumidor, tenemos thermoflash, tenemos manejo de centrífugas y decanter para cerrar la calidad de los vinos y llegar a ese consumidor nuevo que requiere un vino con un estilo moderno de consumo.

Por otro lado, soy defensor de las levaduras seleccionadas porque teniendo herramientas de microbiología, de poder seleccionar cepas de levaduras específicamente para manejarlas en el proceso de la fermentación, hay que usarlas, no hay que dejar las levaduras indígenas a pesar de que uno pierde el concepto del terroir, porque las levaduras nativas no todos los años son de la misma especie, de la misma cepa y pueden causar efectos nocivos en la calidad final del producto.

¿Hacia dónde van las tendencias en el vino en los próximos años?

Hay que mirar en los mercados tradicionales cómo va cayendo determinados niveles de consumo, de precios de vino y qué productos los van sustituyendo. Esta es la primera radiografía que un enólogo hace, por qué la tasa de consumo va cayendo para determinados niveles económicos de precio y qué productos se están reposicionando. En muchos países pasa que la tasa de la cerveza se ha mantenido en un nivel y que el consumo de vino viene creciendo; tenemos que acercarnos a un modelo de restar segmento de consumo a la cerveza, para eso tenemos que crear un vino menos alcohólico, mucho más amable. Ese es el modelo de lo que se viene adelante, de la nueva enología y de la nueva vitivinicultura.

 

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1 COMENTARIO

  1. hola por lo leido ustedes cuenta con unn equipo de thermoflash yo soy estudiante de enologia a punto de recibirme y me gustaria poder contar con su colaboracion para la elaboracion de mi tesis necesitaria el costo aproximado de este equipo y q ventajas les trajo en la produccion desde ya muchas gracias. daniela jaime

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