Belforno, italiano de buen gusto

Julieta Cruz
Julieta Cruz
Gastrónoma y doctorante en Comunicación con especialización en vinos por la EMS. Investigadora en periodismo enológico y gastronómico en Ciudad de México, basada en teoría bourdiana, con fundamentos en Sociología y estudios de periodismo. Disfruta entrevistar y difundir la valiosa labor de quienes hacen posible nuestra gastronomía, única y viva en cada ingrediente, sabor y experiencia a la mesa.

Una de las cocinas que cuenta con más seguidores a nivel mundial es la italiana. Ya sea por sus pastas, sus pizzas, la sazón de las nonnas, su inmensa variedad de vinos o bien, por los sabores a mar con gusto mediterráneo, esta cocina enamora y fascina a cuantos tienen oportunidad de degustarla.

Y nosotros, como partícipes de este gusto delicioso por los sabores aliñados con aceite de oliva, visitamos Belforno Ristorante, un establecimiento con ya seis años de historia ubicado en la Hipódromo Condesa que nos recuerda la calidez de esta colonia, alejado del bullicio de los focos más comerciales. Belforno está respaldado por la tradición de la cocina que ya ofrecía Belfiore (Masaryk), pero con un toque más fresco y actualizado.  

Belforno, haciendo honor a su nombre, posiciona en su entrada la estrella de su cocina: un bello horno de piedra en donde a diario se cocinan panes y pizzas. También podrás encontrar una pequeña barra donde, si así lo deseas, podrás ordenar una deliciosa focaccia eligiendo tus ingredientes directamente desde la vitrina muy al estilo de las focaccerías italianas y quedarte a degustarla allí o llevarla a casa. Y no es para sorprenderse, pues los dueños del lugar son asiduos viajeros a Italia, en cuyas andanzas siempre están en búsqueda de nuevas propuestas para incluir en los menús. 

En su primer nivel podrás encontrar un espacio acogedor que, desde sus luminarias y techos de vigas de madera y algunas cuerdas suspendidas, nos invita a una comida de negocios o hasta una velada romántica, con grandes ventanales que mantienen el ambiente fresco e iluminado pero a la vez permiten una vista privilegiada de la zona. Cuentan con una terraza, disponible también para los que desean asistir en compañía de sus mascotas.

¿Nuestra parte favorita? Su cava, sin duda alguna. Con una selección de vinos únicamente italianos incluyen propuestas que buscan destacar la diversidad característica de las uvas autóctonas del viñedo italiano; así que entre blancos, rosados y tintos también se cuelan algunos dulces y espumosos, que cubren desde etiquetas de zonas afamadas así como también pequeños productores. 

Quizás te interese: Marcello, un spot a la italiana en la Roma 

Un poco de todo, pero siempre delicioso

Además del uso en un 80% de productos auténticos italianos, uno de los aciertos de este lugar es un menú sumamente variado con entradas como carpaccios, crudos y muchos frutos de mar o algunas especialidades como el vitello tonnato (uno de mis platos favoritos), la burrata y bresaola o el flan de parmesano y Asiago DOP. Nosotros nos fuimos por el antojo de unos calamares a la parrilla con bulbo de hinojo, aceitunas calamata, aceite de oliva y unas gotas de limón amarillo.

Complementamos con unas flores de calabaza rellenas de queso de cabra en tempura, acompañadas de salsa pomodoro y una mermelada de higo con aceite de trufa. Sabores que se funden en el paladar y nos dejan con ganas de continuar con más. 

Para el siguiente tiempo nos sorprendieron con un fetuccini al limón, con pasta de elaboración artesanal aderezada con una salsa cremosa de vino blanco, mantequilla y crema perfumada con zest de limones amarillo y verde; el espectáculo de esta pasta no solo lo debe a su salsa sino al toque fresco que le ofrece una tártara de camarón y un poco de caviar. Una pasta que se lleva las palmas por su delicada complejidad de sabores, temperaturas y texturas. 

Para el plato principal como no nos pudimos decidir de su amplia oferta por un solo plato, así que pedimos dos. En principio un risotto con salchicha italiana al vino tinto, con cebolla cambray, aromatizado con romero, que nos llegó con una cocción perfecta y un sabor muy reconfortante para estas tardes lluviosas de verano. 

Otro de los platos estrellas de la tarde fueron las costillas de cordero con fondant de quesos pecorino y Asiago acompañadas de papitas rostizadas. Un plato suculento y didámico que nos invita a sumergir las costillas en el fondue, invitando a deleitarnos con la explosión de sabores intensos y muy bien logrados. 

Finalmente, como nunca nos podemos ir sin postrear, ordenamos unos profiteroles rellenos de helado de vainilla, cubiertos con salsa de chocolate y nueces, (ultra golosos, con ganas de nunca parar de comerlos), así como un buen tiramisú, consistente, cremoso y fresco. Dos postres bien ejecutados que compiten en el top de los mejores de la ciudad. 

Así que si andas por la Condesa, no pierdas la oportunidad de visitar Belforno Ristorante, a tan solo un par de cuadras de la Biblioteca Rosario Castellanos, un paseo que estamos seguro se convierte en un plan perfecto para consentirte un poco en la Ciudad de México con sabores auténticos a Italia. 

Otra opción italiana en la ciudad: Fiamma, italiano chic

¿Dónde?

Alfonso Reyes 108, colonia Hipódromo Condesa

Teléfonos: (55) 88486808 y (55) 88486812

Instagram: belforno.ristorante

web: https://belforno.mx/ 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te podría interesar