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Marcello, un spot a la italiana en la Roma 

Julieta Cruz
Julieta Cruz
Gastrónoma y doctorante en Comunicación con especialización en vinos por la EMS. Investigadora en periodismo enológico y gastronómico en Ciudad de México, basada en teoría bourdiana, con fundamentos en Sociología y estudios de periodismo. Disfruta entrevistar y difundir la valiosa labor de quienes hacen posible nuestra gastronomía, única y viva en cada ingrediente, sabor y experiencia a la mesa.

En la intersección de la calle de Orizaba con Álvaro Obregón en la colonia Roma, se encuentra este restaurante que con apenas dos años de existencia ya se va haciendo un lugar entre los preferidos de quienes disfrutan de la comida italiana en un espacio tranquilo y sin mucha pretensión. 

La decoración del lugar se inspira en el actor italiano Marcello Mastroianni, quien cobró fama por trabajar bajo la dirección de Federico Fellini en La Dolce Vita (1960) así como con Anita Ekberg en la misma cinta. Aún cuando Mastroianni tiene una filmografía inmensa, también me viene a la mente su presencia en La grande bouffe (1973) dirigida por Marco Ferreri, una película de culto que algunos gastrónomos tenemos en nuestro top.

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Regresando a Marcello, que desde la iluminación con algunos letreros de luz neón con la leyenda “il dolce far niente” y algunos detalles de decoración como tocadiscos antiguos, nos remite a la Italia de los sesentas, haciéndonos sentir en un espacio cómodo, relajado y dispuesto a deleitarnos con sus especialidades. 

Para beber

Para comenzar pedimos un par de drinks de su delimitada carta de mixología: un Gin Torino que mezclaba algo de ginebra con Campari, jugo de toronja y agua tónica, un trago fresco pero con notas amargas que despertaba perfecto nuestro apetito y siguiendo con ese tenor de amargor, un Negroni de sus opciones clásicas. Para picar mientras tanto nos ofrecieron una cortesía de ricotta con ajo rostizado, ceniza de cebolla y aceite de oliva para untar sobre unas rebanadas de baguette ligeramente tostada. 

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Para comer

Nosotros los visitamos para la hora de la comida, por lo que en esta temporada de calor fue ideal un plato fresco: una burrata con tomates herloom amarillos y fruta de temporada que, en este caso, fue sandía en cubos; se sirve con albahaca en chiffonade así como un poco de pesto por debajo de la burrata. Un plato muy completo y fresco que ofrece contraste de sabores y juega con la dulzura de la sandía que armoniza muy bien con las notas del lácteo. 

Como no queríamos perdernos de las entradas calientes también pedimos una berenjena parmigiana que combinaba rebanadas de berenjena desflemada con montones de salsa pomodoro, mozzarella y Grana Padano. Un bocado calientito que nos recordó el sabor de la tradición italiana, ese apapacho de las nonnas con una excelente salsa base. 

Posteriormente, aunque seguíamos dudosos entre una ensalada y una pasta, nuestra pasión por los carbohidratos nos llevó a elegir la segunda, así queluego de un rato llegó el cappelletti al vino blanco. Esta pasta rellena era una combinación muy original pues integraba salchicha italiana, lomo de cerdo con un poco de crema e hinojo así como algunas avellanas tostadas y un toque de Grana Padano. Sabores intensos y profundos que se disfrutan en porciones pequeñas como la que en este lugar sirven. 

Para continuar con un tercer tiempo aunque el pollo picatta y la bistecca a la fiorentina nos seducían, optamos por algo más casual de entre sus opciones de pizza y sin pensarlo mucho quisimos probar la Margarita Marcello que combinaba sobre una base delgada, salsa pomodoro mozzarella, albahaca y rebanadas de tomate. Una opción sencilla pero suficiente. Si quieres algo diferente también ofrecen otros sabores de pizzas como la de mortadella, la diavola, la de vegetales orgánicos, la de prosciutto con gorgonzola y pera, o la de quesos. 

Su carta es bastante variada pero no muy extensa así que no te será difícil elegir entre sus excelentes opciones. 

Lo dulce

Para el postre te recomendamos ampliamente el Cioccolatto, que se presentó como una generosa rebanada de bizcocho de cacao y aceite de oliva, una crema de chocolate al 60% así como avellanas tostadas y un toque de flor de sal. Confesamos que este es uno de los secretos mejores guardados de Marcello.

También aquí es famoso su gelato de pistache que puedes ordenar en una porción grande para compartir o hasta un solo cono por persona, eso sí ¡no te lo pierdas! Ahora que si quieres irte por algo muy clásico también hay un buen tiramisú o hasta una panna cotta con maracuyá y mango.

Dale una oportunidad a Marcello, estamos seguros de que no te vas a arrepentir y se convertirá en uno de esos lugares a los que regresarás con regularidad. 

Sigue con: Macelleria Roma, un apapacho italiano

¿Dónde?

Álvaro Obregón #110 col. Roma, Alc. Cuauhtémoc, 06700 Ciudad de México, CDMX

Tel. 55 9210 1995

IG: marcello.mx

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