En definitiva, cuando se trata de cine, los géneros son tan variados que siempre hay alguno que nos acomode. No obstante, al seleccionar filmes para los amantes de la comida en general y del ramo gastronómico, en mi cabecera hay 5 películas en mi top de preferidas.
Hoy los dejo con esta selección que con sola una escena los enganchará. A través de breves reseñas, los invito a que, si no las han visto, se permitan explorar la gastronomía desde estas peculiares perspectivas.
El cocinero, el ladrón, su esposa y su amante
(The cook, the thief, his wife and her lover)
Director: Peter Greenaway
Londres, 1989
Esta obra me cautiva por el manejo de los colores en las escenas. Sin duda una producción visual magistral. Los colores reflejados en las escenas están ligados a emociones y respuestas psicológicas. Por ejemplo, el salón del restaurante siempre estará iluminado de color rojo, indicador de la amenaza que en este se percibe mientras que, en la cocina, los colores son cálidos y moderados, en señal de la confianza y protección que ahí se pueden vivir durante la narrativa.
La historia se desarrolla en el restaurante Le Hollandais, propiedad de un gángster, enfermo de poder. Temas como el crimen, amor, engaño, canibalismo y sexo, son las líneas principales en una trama envuelta en secretos y sátira. El hilo central se vuelca en la venganza en donde se entretejen disciplinas como teatro, arte y literatura y, hasta algunas referencias a manera del guiño del mismo séptimo arte. El diseño del vestuario, se acompaña del nombre de nada menos que, Jean Paul Gaultier. Un desenlace único. Hay quienes dicen que la película es una crítica de la sociedad inglesa y el círculo político de la década de los 80 en Londres.
Sal y Pimienta
(Soul Kitchen)
Director: Fatih Akin
Alemania, 2009
Uno de mis directores preferidos salta a la tragicomedia luego de estar casado por años con dramas sumamente duros.
La historia narra la vida de Zinos, un cocinero común que luego de sufrir un desamor, se ve envuelto en una serie de infortunios que vuelcan la dirección de su vida no solo en lo personal sino también en el aspecto profesional. Una entretenida cinta con la que, más de uno, que haya pasado por una cocina, se sentirá identificado.
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La gran comilona
(La grande bouffe)
Director: Marco Ferreri
Francia, 1973
Sin lugar a duda, una historia que ha levantado controversia. Un chef, un productor de TV, un juez y un piloto se reúnen en una villa francesa con un único –y último– fin: comer hasta la saciedad y repetir en loop hasta que la muerte los alcance. Los banquetes, la buena comida y la bebida y el placer sexual, son una constante sin fin. Grotesca y satírica es como algunos la han calificado, pero ¿quién, que se desenvuelva en este ramo, no tiene un humor negro?
Bella Martha
(Mostly Martha)
Director: Sandra Nettelbeck
Alemania, 2001
Este es el filme original que dio pie al remake en versión hollywoodense protagonizado por Catherine Zeta-Jones. Aunque, en mi gusto personal, la cinta original es muchísimo mejor. En el género romántico y de comedia, esta historia muestra también una de las caras que algunas mujeres hemos vivido en una cocina. Tras la muerte de su hermana, Martha, una chef prestigiosa, se queda a cargo de su sobrina, y su crianza se vuelve una complicación en su desarrollo profesional. El gran acierto de este filme, además de la buena actuación de Martina Gedeck es la interpretación de Sergio Castellitto, quien le da ese toque de gracia a la historia y contrasta el carácter aprensivo de Martha.
Las escenas en la cocina y el buen lente de los platillos que se preparan ahí, dejarán a varios con ganas de una buena cena; esto, aunado al tema musical Via con Me de Paolo Conte hacen de esta película toda una delicia.
Comer Rezar Amar
(Eat Pray Love)
Director: Ryan Murphy
Estados Unidos, 2010
Situaciones como un rompimiento o un divorcio siempre serán motivo suficiente para entrar en crisis. Esto le pasa a la protagonista de la cinta (basada en la historia real de Elizabeth Gilbert) quien en un deseo por encontrar una motivación en su camino, decide dar la vuelta por el mundo y visitar Italia, India y Bali. En este viaje descubre en ella misma la fuerza necesaria para salir adelante, la apreciación del presente y los placeres sencillos. Si bien, en la obra se tratan temas distintos a la comida, ésta se convierte en un buen pretexto para la narrativa y por ello, vale la pena el disfrute de toda la historia. Ahora bien, las escenas en Italia con pizza, pasta y vino son más que suficientes para invitarte a vivir del placer de comer sin culpas.
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Espero hayan disfrutado estas reseñas y que se permitan reservar una tarde libre para maratonear con estas películas, que recomiendo, acompañen de una buena dotación de comida pues les despertarán el apetito en más de una ocasión.
Cuéntenme más sobre otras opciones de la pantalla grande relacionadas a la temática gastronómica que más les gustan, pues me encantará conseguirlas y reseñarlas en otra ocasión, mientras tanto, sigamos disfrutando del #placerdevivirconsentido.
Faltaron El Festín de Babette y Vatel