La comida española me encanta. No soy experta en el tema, pero sin duda, para mí es sinónimo de buen comer. Espero que el corto tiempo que viví años atrás en el País Vasco me haya ayudado a sentar las bases necesarias para apreciar lo que se ostenta como español hoy en día. Y es que seré honesta: hay lugares que, a pesar de que se ofertan como auténtica comida española, no lo logran, porque al final del día, la calidad del producto y la frescura es lo que más importa para la cocina tradicional española, que no necesita de preparaciones exhaustivas pero sí bien ejecutadas. Pero estoy segura de haber encontrado un lugar que cumple con las expectativas.
Autenticidad española
Hace un par de meses asistí a una cena para medios de comunicación donde pude disfrutar los auténticos sabores de España, aquellos que tengo en la mente como la gran referencia de la cocina tradicional de aquel país. Esta experiencia conservó en primera instancia la esencia de los guisados en cazuela y algunos platos típicos de la zona gallega, con pescados y mariscos.
Esta cena tenía por objetivo, además del deleite, la presentación del menú de un nuevo concepto que abriría sus puertas al sur de la ciudad, Vega –que por fortuna hace unas semanas abrió por fin al público– respaldado por el sello de Centro Castellano, un grupo de restauranteros con más de 60 años de experiencia. Durante el evento charlamos amenamente con Gumercindo Vega, uno de los fundadores del concepto, quien nos explicó a fondo el concepto y algunos de los procesos que hacen posible tener la mejor calidad de productos. Muchos de ellos, como las alubias y los boquerones –entre muchos otros–, se importan desde España, garantizando que la esencia de esta cocina se preserve aún a miles de kilómetros de distancia.
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Esta nueva adición al grupo promete una gran experiencia culinaria. Nos contaron que podremos disfrutar de su hermosa terraza –que alberga un olivo de 80 años– con capacidad para 222 personas. Aquí, el must son los espetos a la leña, entre los que podemos encontrar cordero, lechón, pecho de ternera, así como diversas pescas del día, sin olvidar por supuesto la barra de mariscos. También ofrecen carne añejada.
Tras bambalinas
La cocina está dirigida por el chef Mauricio López, quien cuenta con casi 30 años de experiencia en el sector y se ha cultivado en lugares como Asturias, Madrid y Santander. Marco y Antonio, bajo la mentoría del chef, también están en la cocina de este restaurante. Este concepto, que además promete un cheque promedio accesible, cuenta con una cava digna de mención que al momento tiene más de 1,000 botellas, asesorada por el sommelier Andrés Amor, quien además es embajador de Rías Baixas.
Una probadita
En esta cena probamos un poco de todo con el afán de conocer la oferta de Vega. Para antojarse, comenzamos los aperitivos con unos entrantes de boquerones al limón, tapa con matrimonio de boquerón y anchoa, y foie gras curado en sal de la Masía. Para los tiempos a la mesa, arrancamos con la ensalada de jitomate y berenjena y las almejas gallegas al albariño. Continuamos con los platos fuertes: un arroz meloso de tuétano con tartar de res, una lobina rayada a la koskera, y finalmente una costilla cargada braseada a la leña. Para el postre, la tarta suave de queso fue inolvidable.
Maridaje perfecto
El maridaje a cargo del sommelier Amor fue un acierto en cada uno de los platos. Entre la selección de vinos estaban: Tío Pepe Manzanilla en Rama, D.O. Jerez-Xérès-Sherry, España; Drappier Carte D’Or A.O.P Champagne, Francia; Dominio del Soto, Albillo blanco, D.O. Ribera del Duero, España; Albariño de Fefiñanes, D.O. Rías Baixas, España; Alma Negra Brut Nature, Mendoza, Argentina; Xisto Ilimitado Blanco, D.O.C. Douro, Portugal; y Dominio del Bendito, Las Sabias, D.O Toro, España.
Estamos seguros de que Vega se convertirá en uno de tus restaurantes favoritos. ¡Les deseamos un éxito rotundo!
¿Dónde?
Av. Revolución 1465, Campestre, Álvaro Obregón, 01040 Ciudad de México, CDMX
Instagram: vega.cdmx
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