Fiamma es un restaurante de antojo italiano para todos aquellos que aman no solo las pastas y las pizzas, sino también para quienes buscan algo común como los arancini, una bistecca alla fiorentina, un orzotto nero o hasta gnocchis y risottos, todo de raíz italiana pero con la maestría y el expertise de un buen cocinero. Y es que la cocina se encuentra bajo la dirección del chef Abel Hernández, ya famoso por otros conceptos de Culinaria Chic como Eloise y Loretta.
Con una decoración desenfadada pero que denota en un ambiente acogedor, es perfecto para ir en pareja o hasta en un tono amistoso con amigos a la terraza, apegándose al concepto principal de este lugar, basado en la cocina de fuego y los platillos para compartir.
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Para abrir apetito comenzamos con un par de tragos: un Aperol spritz y una mezcalita de jamaica. Ambos cocteles ricos, equilibrados y bien logrados. Si eres fan de los spritz, aquí tienen algunos como el sbagliato, uno de limoncello, otro con licor St Germain o hasta uno con sorbete de toronja y Aperol. Pregunta por sus mocktails, su coctelería clásica y de autor así como por su bien seleccionada carta de vinos.
Así que, sin más rodeos nos fuimos a probar algo de su oferta comenzando por unos arancini con mermelada picante de jitomate, con un toquecito de ralladura de limón amarillo y también miel de abeja. Pequeñas esferitas crocantes por fuera en fritura profunda, humeantes por dentro, de consistencia simplemente perfecta y un montón de queso derretido de ese que hace hilos al morderlo. Podríamos repetirlos a diario.
Para el segundo plato optamos por una tártara de res que fue una verdadera delicia. Carne magra picada ya llega a la mesa combinada con aliños así como con avellanas tostadas lo que le da no solo un crunch único sino que también le da un sabor equilibrado. Al momento se termina con un poro frito, gotas de limón amarillo, aceite de olivo, queso parmesano y perejil frito. Se acompaña de pan calientito con mantequilla y más parmesano. Sin duda una de las mejores tártaras de res que hemos probado.
Continuamos el desfile de platos a la mesa con una pasta a la carbonara, sustancial en salsa, la pasta al dente y mucho queso recién rallado -con microplane claro está- y si no hubiera sido por la sal al límite, nos hubiéramos ido súper contentos.
Para el fuerte nos decidimos por una pizza y vaya que nos costó elegir, pues entre todas sus opciones querrás pedir más de una: Dátil (dátil, sobrasada, tocino y queso mozzarella), Prosciutto y burrata (además un toque de arúgula), Trufa (salsa de vino blanco, mezcla de hongos, guanciale, trufa rasurada y aceite de trufa), Albóndigas (gratinadas con mozzarella y salsa marinara), entre otras. Pero la verdad es que nosotros decidimos optar por una de las especialidades del chef, la de Estofado de res que integraba pimientos del padrón y rabo de toro, con un pimiento por rebanada así como una cantidad muy amable de queso, todo sobre una base delgada con orillas bien aireadas que son fáciles de comer con un retrogusto a fermento ligero.
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Para el postre, la elección es fácil: un tiramisú bastante equilibrado, suave y muy fresco. Es un must, aunque si se te antoja algo más frutal te recomendamos los duraznos al grill flameados con grappa y merengue horneado o bien, la galette de fresas orgánicas y crema montada.
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¿Dónde?
Av. San Jerónimo 369, Tizapán San Ángel, Álvaro Obregón, 01090 Ciudad de México, CDMX
Tel. 56 1129 2154