A orillas del lago Wakatipu y bajo la imponente silueta de los Remarkables, en Queenstown, Nueva Zelanda, Rosewood Matakauri ofrece una experiencia de lujo discreto y conexión total con la naturaleza. Este íntimo lodge ha sido durante años uno de los secretos mejor guardados del sur neozelandés: un lugar donde la majestuosidad del paisaje se encuentra con una hospitalidad refinada, serena y profundamente personal.
Desde el momento en que uno llega, el entorno impacta. Montañas cubiertas de nieve en el horizonte, aguas cristalinas que reflejan cada cambio de luz, y un silencio envolvente que parece amplificar la belleza de cada instante. El diseño del lodge honra ese paisaje: líneas limpias, materiales nobles, grandes ventanales que convierten cada habitación en un mirador privado. Las suites y villas, separadas con suficiente distancia como para garantizar la sensación de aislamiento total, combinan confort contemporáneo con calidez neozelandesa —chimeneas, terrazas privadas, y detalles que invitan a quedarse más tiempo del previsto.
Quizás te interese:Tlaxcala: Tierra mística mexicana
La experiencia en Rosewood Matakauri es tan relajada como exquisita. La gastronomía está enfocada en ingredientes locales, muchos de ellos provenientes de granjas y huertos cercanos, y cada comida puede disfrutarse con una vista distinta del lago o junto al fuego. Pero uno de los corazones del lodge es sin duda su spa, un pequeño santuario con solo unas cuantas salas de tratamiento, diseñado para el descanso absoluto. Ubicado en un pabellón separado con vista directa al lago y las montañas, el spa ofrece terapias que combinan técnicas internacionales con productos botánicos locales, como el manuka, el kawakawa y la lavanda del sur.
No hay prisa en Matakauri. Aquí, cada momento parece extenderse con una calma rara vez encontrada en el ritmo del mundo moderno. Ya sea explorando los senderos que serpentean la propiedad, disfrutando una copa de vino neozelandés al atardecer, o sumergiéndose en el silencio profundo del spa, la experiencia es siempre íntima y transformadora.
Más que un hotel, Rosewood Matakauri es un retiro del alma. Un lugar para respirar más lento, mirar más lejos y recordar lo que se siente estar realmente presente.
Continñua con: Uruguay, de su viticultura y la Tannat