La Denominación de Origen Ribera del Duero es de las más conocidas y apreciadas en México; allí se elabora el legendario Vega Sicilia.
Irónicamente, hace ya unas décadas, sus vinos eran vendidos a granel, hasta que Alejandro Fernández intervino para desplegar plenamente su potencial.
Si bien su renombre es, en general, bien merecido, el hecho de que una etiqueta ostente el marbete de la Denominación no garantiza alta calidad: en efecto, hay Riberas mediocres. Si usted se encuentra con uno de precio menor a $180, lo más probable es que salga desilusionado.
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La bodega Viñas del Jaro, ubicada en Pesquera de Duero en terrenos calcáreo-pedregosos, elabora Chafandín, en honor a un bandolero que robaba a los ricos para repartir su botín entre los pobres.
El viñedo tiene una edad aproximada de 40 años, con uvas de diámetro pequeño, con una piel de mayor grosor que aporta mayor concentración en las maceraciones.
100% tempranillo (llamada en la zona tinto fino), tiene un paso de 21 meses de barrica francesa, que lo tornan en un vino complejo; es indispensable decantarlo, o bien usar oxigenador; sugiero irlo probando a medida que respira, la diferencia en sus taninos será muy palpable.
Desde luego, la frutalidad de la tempranillo es amplia, tanto en nariz como en boca; ofrece aromas a ciruela negra, zarzamora, arándanos y frambuesa, así como de cedro y vainilla; en boca es de amplio volumen y de posgusto muy largo, en el que predomina la tanicidad. Hará una deliciosa fusión con cordero (incluyendo barbacoa de hoyo), pato, quesos semimaduros y cortes grasos de res.
¡Salud!
