Por Rodrigo Contreras
No hay mejor forma de empezar el día que con una buena taza de café, y aunque para algunos el sabor puede ser demasiado amargo para el paladar, no es nada que no se pueda solucionar. Desde hace muchos años se han popularizado las bebidas de café con leche como el café moca, el capuchino, y por supuesto, el flat white, que se prepara colocando proporciones iguales de leche y de café expresso.
Agregar leche al café no solo lo hace menos amargo, sino que, preparado de la manera correcta, ayuda a resaltar algunas notas del café que de otro modo no reconoceríamos, además de darle una cremosidad que convierte la bebida en una auténtica delicia. Es por eso que algunos productores de leche han comenzado a elaborar leches “baristas”, que ofrecen una textura más sedosa y también espuman mucho mejor que la leche entera que todos conocemos.
Con esta nueva tendencia, los baristas del mundo han podido perfeccionar sus técnicas para entregarnos algunas de las mejores bebidas de café; pero poco a poco la fiebre de la leche ha ido perdiendo fuerza, ya que el origen de la leche y los procesos de producción se han convertido en temas de mucha polémica, no solo por el uso de químicos como conservadores, o por el bajo porcentaje de leche real en los productos o incluso las sustancias añadidas para blanquear la leche, sino que se ha popularizado la idea de que, en la mayoría de las granjas de vacas, las condiciones de vida de los animales no son las ideales.
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Afortunadamente, existen algunos productores que han puesto como prioridad el bienestar de sus animales para después complementarlo con procesos de elaboración más naturales y así llevar hasta nuestra mesa productos lácteos de gran calidad que cargan con un trabajo consciente y respetuoso de la naturaleza y sus recursos.
A este tipo de productos se les conoce comúnmente como orgánicos, y para regularlos existe una serie de estándares que los ranchos tienen que cumplir, como el tipo, cantidad y periodicidad de alimentos que se le da a los animales, o el espacio permitido de mínimo una hectárea por vaca para que ésta pueda vivir cómodamente.
Aunque cumplir con estas medidas puede ser complicado y requiere de mucho trabajo, algunos productores consideran que esta labor vale cada gota de sudor, como el caso de Bové, una empresa 100% mexicana que desde hace casi 20 años ha concentrado sus esfuerzos no solo en crear productos lácteos orgánicos y completamente naturales, sino que también buscan involucrar a las personas de la comunidad.
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Por supuesto, Bové, como muchas otras, ha creado una línea de productos hechos específicamente para acompañar al café, la línea Barista, que además de ser una leche orgánica, es ideal para preparar bebidas con leche espumada, como el Gibraltar, la bebida emblema de Café Curado, una acogedora cafetería ubicada en la colonia Roma, creada por verdaderos amantes del café y del barismo de especialidad que, además de ofrecer bebidas y alimentos preparados con pasión, también tiene un gran interés por el origen de sus ingredientes.
Conoce más de Bové y de Café Curado a través sus redes sociales y página de internet:
Bové: https://www.bove.com.mx/
Instagram: bovemx
Facebook: Bové
Café Curado: https://www.curado.cafe/
Instagram: cafecurado
Facebook: Café Curado
