Comer es una comunicación íntima entre el hombre y la tierra. La agricultura es sustento de la humanidad, un espacio creativo para la expresión de identidad con la madre que alimenta y donde se dignifica el trabajo colectivo.
La noche era más bien algo fría. Pero ese frío que agrada, frío que te hace sacar de la cava tu mejor vino tinto o, como en esta ocasión, como se verá enseguida, el mezcal de Oaxaca era la bebida ideal para acompañar los comestibles.
La alimentación, el vestido y la vivienda son generalmente considerados como las necesidades humanas básicas, y en su mayoría son cubiertas gracias a las plantas. De hecho, se pude afirmar que las plantas fotosintéticas son la fuente de todos los alimentos en nuestro planeta, ya que tanto los animales como los hongos se nutren a partir de ellas.
Para resumir, es básico evaluar la posibilidad de renunciar a la carne, al pescado y a los productos de originen animal y/o por lo menos limitarlos en nuestra dieta diaria, que debería basarse principalmente en vegetales como cereales , hortalizas, frutas y legumbres.
En ediciones anteriores (Sabor e arte núms. 43 y 44), ya hemos hablado de los factores que intervienen en la calidad de la carne de cerdo; por un lado, razas de cerdo cuya genética influye en la composición de la carne, y por otro, la alimentación de éstos con alimento balanceado que determina el valor nutrimental y las propiedades sensoriales de la carne. Producida bajo estándares sanitarios de calidad internacional, la carne de cerdo canadiense es una excelente opción a la hora de prepararla y cocinarla.
Con esta entrega retomamos la ruta del norte, organizada por la chef Patricia Quintana dentro del proyecto Aromas y Sabores, en el estado más grande del país: Chihuahua.
Afortunadamente, cada vez un mayor número de personas en el mundo se suma a la preocupación, y ocupación, por el cuidado del medio ambiente. La viticultura no es ajena a esta situación, desde hace ya varios años se llevan a cabo prácticas agrícolas sostenibles en muchos viñedos del mundo.
Es importante que la región ofrezca una marcada diferencia entre las temperaturas de verano e invierno, e incluso, idealmente, del día y de la noche. El bajo volumen de lluvia y el alto grado de insolación, son ideales para que la planta esté estresada y proporcione mejores frutos.
Cuando era niño, cada verano me gustaba trabajar en los campos de heno de la granja de mi abuela en los Berkshires. Creo que, in- conscientemente, eso me dio un sentido de responsabi- lidad por la tierra, una apre- ciación de cómo los métodos de cultivo están íntimamente ligados a las formas en que estamos comiendo.