Por: Alejandra Alva
Café Blasón buscando siempre compartir su pasión por el café, realizó un taller de degustación dirigido por el maestro Gerardo Reyes Cerritos.
El taller tuvo como objetivo resaltar la importancia y la complejidad del café, tanto en su elaboración como en su producción, sin embargo durante la clase se enseñó cómo elaborar un buen café en casa de manera sencilla. Tres bebidas fueron las que preparamos: café con prensa francesa, espresso escocés helado y espresso crema de avellana.
El primer punto que me hicieron notar, es que para lograr un buen café todo depende de las cuatro M: máquina, mezcla, molido y mano del barista, y por último, mantenimiento de la máquina.
Conforme preparaba el café, se comenzaron a desenmarañar algunos mitos que existen alrededor de esta legendaria bebida, por ejemplo del café espresso. Se cree que ésta preparación contiene un alto grado de cafeína sin embargo un espresso recién hecho contiene únicamente cinco puntos de esta sustancia, después de cinco minutos, aumenta un 20%.
Poco a poco comprendimos que el café puede ser natural (se deja secar al sol logrando un mayor dulzor) o lavado, una vez recolectado se despulpa, se lava y se seca, obteniendo un mayor fermento. Además, Gerardo Reyes mencionó que el café es la segunda bebida más consumida a nivel mundial y que México ocupa el 5° lugar de producción y el primero como productor de café orgánico en el mundo.
Comenzó la parte divertida de este taller, el arte latte. Ésta es una técnica que se basa primordialmente en cómo incorporar la leche 
vaporizada con el espresso, creando patrones sobre la bebida. El maestro Gerardo Reyes, explicó que se pueden realizar figuras con dos técnicas: el vertido o el etching. El primero, consta de verter la leche vaporizada desde la jarra dentro de la taza del espresso con movimientos de la muñeca y la mano para crear siluetas. El segundo, se refiere a un talento artístico extra para poder dibujar sobre el café con distintas herramientas, con la finalidad de crear imágenes como rostros, retratos e incluso hacer figuras en 3D. ¡Todo un mundo por descubrir!
Al terminar, comprendí que el consumidor debe ser exigente con cada taza de café, debe aprender a conocerlo para poder respetarlo y darle el lugar que merece.
