La DOCa Rioja es una región muy rica por todos sus matices, es como un abanico de sorpresas donde cada espacio es alucinante, el inicio de una nueva aventura, el paso para adentrarnos en un mundo maravilloso donde los vinos, los paisajes y la gente son sus protagonistas, siempre.

Esta es la riqueza que se captura en el libro El vino en La Rioja durante la Edad Moderna, que fue presentado en la Biblioteca de La Rioja, de Logroño. Bodegas, cosecheros y lagares, en el que el universo del vino se contempla desde múltiples puntos de vista.

La historia del vino moderno riojano empieza en la Edad Media, cuando su comercio comienza a formalizarse, hasta los inicios de la transformación de su producción en el siglo XIX cuando aparecieron los grandes bodegueros, y con el posterior surgimiento de las comarcas especializadas en el comercio del vino. 

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La evolución de la historia de los vinos riojanos los ha convertido en uno de los grandes símbolos de la alta cultura gastronómica, con sus aspectos gustativos, olfativos y visuales; además, son el resultado de los complejos sistemas de cultivo de la vid que se han perfeccionado a lo largo de siglos. Su presencia en la vida cotidiana local los ha convertido en un ingrediente esencial de numerosos ritos y tradiciones, desde temas religiosos hasta como agente de convivencia. 

Pero para lograr gozar de esta posición, se tuvo que recorrer un largo camino lleno de retos, pero que bien ha valido la pena. Cuando empezó a comercializarse de manera formal, el vino riojano favoreció el auge económico, pero mientras más crecía su presencia en el mercado se empezó a enfrentar a obstáculos, como el mal estado de los caminos, pero también influyó en incrementar la conexión entre las rutas de Castilla con Vitoria y los puertos vascos. 

Gracias a todos los retos a los que se enfrentaban, los vinos riojanos se hicieron más fuertes. La competencia, la falta de medios y de  recursos, la imposibilidad de comercializarlo en lugares lejanos y de llevarlos en viajes por mar, fueron el impulso para que las autoridades locales se unieran para regular la producción y la venta del vino riojano. 

Las regulaciones necesitaron ser cada vez mayores, por lo que los cosecheros se agruparon en la Real Sociedad Económica Riojano-Castellana, que tenía la obligación de atender a abrir caminos y al mejoramiento de vinos. La mejora de los vinos se dio de forma paulatina, hasta que a mediados del XIX se mejoraron las condiciones que favorecieron la inversión y la aparición de bodegueros, que introdujeron las técnicas necesarias para obtener un vino que supere el año de vida, y que entonces, pudiera transportarse a lugares más lejanos y también por mar.

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Siempre es bueno pasar el tiempo con un libro en las manos y con una copa de vino en la otra, en especial cuando se trata de aprender de las facetas, las tendencias, las virtudes, las noticias  y las cualidades que rodean a nuestros vinos favoritos, los de la DOCa Rioja. 

El vino en La Rioja durante la Edad Moderna. Bodegas, cosecheros y lagares, de la autora Sara Bustos Torres, 2019.

www.riojawine.com 

www.debybeard.com

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