Por Frida Medina

Escondido dentro de un edificio con ambientación industrial, rodeado de uvas, flores, luces y vino, se ejecuta el evento corporativo. El lanzamiento de la línea de vinos chilenos Reserva Frida Kahlo, del viñedo Carmen, en convenio con la cadena de supermercados Soriana, presenta cinco tipos de vino: Sauvignon Blanc, Rosé, Cabernet Sauvignon, Carménère y Merlot.

Historia concisa

La bodega se fundó en 1850 por Christian Lanz, quien decidió nombrar la vinícola en honor a su esposa Carmen; se trata de una empresa comprometida a preservar su herencia enológica para transformarla en calidad, excelencia e innovación. Por otro lado, Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, o mejor conocida solo por su tercer nombre y su primer apellido, ha sido un símbolo femenino mexicano de carácter, ímpetu, resiliencia e innovación. Por ello, el viñedo y la empresa Frida Kahlo Corporation forman relaciones para reflejar prestigio, calidad, interacción familiar, además de la similitud de nombres.

En 1994, la industria vitivinícola logró redescubrir la uva Carménère en el valle Alto Maipo en Chile, para posteriormente transformarse en un flagship store, tan solo dos años después. Con 172 años de experiencia, el viñedo Carmen, ha logrado posicionarse en 50 países, ubicados en los valles centrales de Chile con 3,000 hectáreas: Maipo, Apalta, Leyda, Casablanca y Colchagua, estos entre la corriente de Humboldt y el aire frío de la Cordillera de los Andes.

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Experiencia sensorial

Tras esta nueva serie de vinos, la mejor guía es importante. En este caso, la cata fue dirigida por las co-anfitrionas: la chef Mate Zorrilla y la gerente de marketing Francisca Muñiz, quienes presentaron vinos jóvenes con maridajes por semejanza.

En cuanto al análisis organoléptico, inicia con un vino a partir de la uva más importante para Chile, la Sauvignon Blanc, muestra un color amarillo pajizo brillante, aromas frescos a manzana verde, cítricos, y a frutas con hueso, que se rectifican en gusto junto un toque floral a jazmín. En boca un ataque semi dulce, es vivaz, de textura acuosa, persistencia y alcohol medio. Este vino “alegre y refrescante”, como decidieron denominarlo, se maridó con un crujiente de queso cabra en esfera y mermelada de naranja kumquat, resaltando el sabor cítrico y dulce.

Enseguida apareció el rosé de título “soñador y brillante”, elaborado con un coupage de uvas tintas. Un rosa pálido ligeramente gasificado se visualiza, en nariz se perciben notas de frutos rojos frescos como frambuesa, así como flores y cítricos, mostrando así un equilibrio selecto. Posee una textura sedosa que denota una acidez media y presencia del alcohol medianamente alto. El acompañamiento consistió en un tártara de pargo en mostaza antigua y jugo verde de albahaca, con aire de frambuesa encima, lo que resalta cualidades florales de ambos.

El tercer intervalo aparece siendo “atrevido y persistente”, tal como la designación de la botella que se presenta. Nos brindan una extraordinaria sandía al vacío en una almíbar de albahaca y especias, sellada a la parrilla; debajo de una espuma de queso cotija con piloncillo y espolvoreada de flor de jamaica pulverizada. Asimismo, un Merlot rojo rubí brillante un tanto espirituoso, que en nariz es limpio, con aromas a cereza, vainilla, tostados y especiados, debido a su envejecimiento en barrica; en gusto es ligeramente robusto con textura astringente.

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El protagónico se lo lleva la uva estrella de Chile, Carménère, rescatada tras casi extinguirse en el siglo XIX a causa de la filoxera en Europa, es la más representativa del país actualmente. La experiencia de este vino a la vista se percibe un rojo amoratado limpio; en olfato tiene notas complejas de frutos rojos maduros, chocolate, caramelo, especiado como pimienta y algunos frutos de cáscara dura; en gusto se confirman los aromas con una textura aterciopelada, intenso y permanece en boca por un periodo mediano. Para un vino que honra a su etiqueta con la cualidad de ser “cautivador y sorprendente”, lo escolta un ravioli relleno de short rib de cocción prolongada, bañado una salsa de calabaza de castilla al piloncillo, con una capa de pecorino gratinado -que según nos cuentan, es el queso favorito de la chef- .

Finalmente llega su Cabernet Sauvignon, que luce un color intenso, concentración media alta y unas piernas densas; se olfatea una intensidad entre especiada, a café y roble; áspero en boca, se percibe fruta cocida con taninos medios al igual que la acidez, alcohol medio alto, un cuerpo denso y una textura astringente. Es de “inspirador y robusto” aspecto como su nombre lo señala. Como maridaje aparece un taco de confit pato con 16 horas de cocción en su grasa, sazonado con especias en mole de plátano macho y nuez pecana. La estructura carnosa del taco junto a lo crujiente de la nuez le aporta balance al vino.

Para concluir la experiencia, nos encontramos con una refrescante nieve de Merlot con un barquillo en la parte superior y detalles de mini macarons rellenos de un ganache frutal. Es así como el último protagonista resalta sus propias características.

Foto de raspberrymag en http://raspberrymag.com/soriana-y-vina-carmen-se-unen-en-un-homenaje-a-frida-kahlo/

Es claro que la bodega Carmen proporciona una experiencia con personalidad, la cual plasma en cada una de sus colecciones, con la particularidad de poderla encontrar en Soriana a partir de septiembre.
Y a ti ¿qué tipo de vino te gusta? Compártenos tus comentarios.

Para mayor información puedes consultar:

https://www.soriana.com/

https://www.carmen.com/

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