La fiesta de las ánimas

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calabaza en tacha
calabaza en tacha

Pocas cosas son tan mexicanas como nuestro Día de Muertos, con las cortinas de papel picado, cempasúchil y el clásico pan de temporada. Pero en realidad esta fiesta es mucho más que desfiles, ofrendas aesthetic y pintacaritas; en realidad, el 2 de noviembre está plagado de siglos de tradición y cultura para honrar a nuestros seres queridos que ya no están por aquí.

Para algunas comunidades, esta festividad es tan importante que se preparan durante el año entero para su llegada, y en cada cultura la tradición es diferente. En Michoacán, por ejemplo, la noche de muertos se vive diferente dependiendo de donde te encuentres, pero eso sí, de que hay fiesta, hay fiesta.

La tradición de los muertos

La celebración de los muertos es, probablemente, la festividad más mexicana de todas, incluso más que el Día de la Independencia. Y es que claro, la celebración de la independencia tiene apenas poco más de 100 años celebrándose, mientras que los ritos de conmemoración a los que está ligado el Día de Muertos, se remontan incluso a la época prehispánica -aunque sí que se hacían de manera muy diferente en ese entonces-.

Es por eso que, a partir del 2003, la celebración del Día de Muertos es considerada Patrimonio Oral Inmaterial de la Humanidad.

Y es que más allá de la clásica ofrenda y el papel picado, hay alrededor de 60 comunidades indígenas donde la fiesta de ánimas o Día de Muertos es parte esencial de su cultura.

Foto por Rodrigo Contreras

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Noche de muertos en Michoacán

Uno de los estados donde esta tradición se vive más imponentemente es Michoacán, donde puedes experimentar una celebración diferente dependiendo de la región en la que te encuentres.

En Capula, por ejemplo, que se encuentra a 20 kilómetros  de Morelia, puedes encontrar una gran cantidad de catrinas de papel maché, elaboradas con la mayor atención al detalle, independientemente de si son miniatura o tamaño real. Mientras que en Santa Fe de la Laguna, ubicada a tan solo 24 kilómetros de la comunidad anterior, la tradición es montar hermosos altares de casa, con flores de cempasúchil, frutas y las fotos de los que fallecieron durante ese año.

Un poco más adelante se encuentra Uricho, que significa “morada de artesanos” en donde la costumbre durante esta temporada es alzar arcos de flores para honrar a los muertos. Tampoco te puedes perder el pan de muerto, que a diferencia del que estamos acostumbrados, no es redondo, sino en forma de persona, con las manos cruzadas en el pecho y espolvoreado con azúcar de colores.

Por otro lado, en la comunidad vecina de Arocutín, se construyen bellísimas ofrendas con flores y velas. Si crees que no existe un lugar tan mágico como el que se muestra en la película de Coco (Disney Pixar, 2017), te vas a sorprender, porque en Arocutín no solo se montan algunas de las ofrendas más bonitas, sino que, esta comunidad fue particularmente la que inspiró el pueblo natal de Miguel en la película.

Caballo de Cuanajo. Rodrigo Contreras

Luego viene Pacanda, una preciosa isla donde se construyen arcos de flores para limpiar el alma. Para llegar es necesario tomar una lancha, pero realmente lo vale.

Por último, pero no menos importante, está Cuanajo, donde la tradición consiste en construir caballos de madera que llegan a medir hasta 5 metros, luego, se decoran con flores y frutas de temporada.

Fiesta de Ánimas en Tajín

Visitar Michoacán durante la celebración de los muertos es una experiencia mágica e inolvidable, pero sabemos que ya es muy tarde para emprender esta aventura, así que no queda más que dejarla para el próximo año. 

Por eso, en el marco de los 30 años del restaurante Tajín, ubicado en el Centro Cultural y Social Veracruzano, en avenida Miguel Angel de Quevedo 687, la chef Ana María Arroyo invitó a su colega Cynthia Martínez del restaurante “La Conspiración de 1809” en Morelia para preparar un menú especial de temporada, en el que podremos disfrutar de la tradición de la noche de muertos en Michoacán.

Cynthia Martínez y Ana María Arroyo. Foto cortesía de Tajín

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El menú de 4 tiempos, incluye una tostada de chapulines con guacamole y nuez de macadamia, perfecto para despertar el apetito con su peculiar mezcla  de sabores y texturas.

Le sigue una sopa de uchepo con cacao y macadamia que calma el paladar con su textura sedosa y su sabor balanceado que sienta las bases para recibir al plato fuerte: Atapakua de setas de la meseta purépecha con corunda de verduras de la zona lacustre.

Y para finalizar, qué mejor que una calabaza en tacha con nieve de guanábana y mousse de camote, que te recomendamos acompañar con un poco de leche. Aquí, los sabores se mezclan a la perfección para que tengamos un postre dulce pero no empalagoso, con una variedad de texturas que puedes disfrutar juntas o por separado.

Y por si fuera poco, el menú está disponible con maridaje de mezcal “Los Silvestres”, que resalta los sabores únicos de la cocina michoacana.

Este menú estará disponible hasta el 2 de noviembre, así que corre al Tajín para celebrar sus 30 años en esta fiesta de ánimas antes de que se te acabe el tiempo. Visita su instagram para saber más sobre este evento y los próximos por venir.

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