Por: María de los Ángeles Elizalde Islas
Con motivo de su primer aniversario, el restaurante Séptimo -ubicado en Venustiano Carranza esquina con Carrillo Puerto- en el bello Coyoacán, le da un giro a su carta en donde más de veinte platillos nuevos desfilarán día a día por las mesas de madera para complacer a sus comensales. Séptimo ofrece comida italiana tradicional con algunos toques mexicanos, cada uno de los platillos está supervisado por el chef Jelsen Costales, quien cuida cada detalle para que la comida exprese todos sus sabores y aromas, ese equilibrio se une a las notas que salen del horno de leña al momento en el que el cliente observa cómo preparan la pizza que acaba de ordenar, sabiendo que la masa lleva fermentándose 24 horas, y al final el horno la recibe con los brazos abiertos en donde la pizza se irá cociendo poco a poco mientras otro cliente disfruta de la cálida luz que entra por los ventanales a ese espacio de paredes color ladrillo, muebles negros y ese enorme pizarrón que resguarda todas las delicias que nos ofrece este lugar.
Muchos son los platillos que están diseñados para compartir, entre ellos se encuentra el antipasto mixto compuesto de queso mozzarella, bruschetta, jamón serrano con salsa de queso gorgonzola, empanada de espinaca con queso y salami; otra entrada muy recomendable es el carpaccio de atún encostrado con ajonjolí negro y blanco acompañado de salsa de limón y alioli, una verdadera exquisitez.
Por supuesto, dentro de la carta no podía faltar el Rissotto, preparado en esta ocasión con queso gorgonzola y hongo porcini; entre los platos fuertes no debes dejar de probar el Ossobuco en salsa de vino tinto el cual esta cocinado a la perfección, con sabores suaves y bien custodiado por unos bastones de sémola en salsa de cuatro quesos que dan un equilibrio de sabores al paladar; entre las pizzas, la llamada Pizza Séptimo puede resultar una agradable sorpresa ya que está preparada con una salsa de chile meco, queso Oaxaca, queso de cabra y hoja santa. Para terminar la comida aparece la carta de postres, y aunque no es muy extensa, vale la pena poder elegir entre el tradicional Tiramisú, el suave pastel de sémola dulce con helado de amaretto y salsa de vainilla o el pastel de chocolate con queso de cabra.
Cada uno de los platillos se pueden acompañar con los cocteles que ofrece el bar, para los caballeros está Séptimo que contiene whisky, naranja, limón y jengibre o Costa Esmeralda, una mezcla de mezcal, pepino, hierbabuena y refresco de limón; para las señoritas el Padrino llega a ser una gran opción en donde el ron blanco, la fresa, zarzamora, mora azul y hierbabuena bailan el vaso old fashion y por último, Nina te puede hacer muy feliz gracias a la sandía, fresa y vodka. Todas estas preparaciones italianas, y cabe mencionar que todo lo cocinan desde cero, las puedes probar de lunes a domingo en un horario de 1:30 p.m. a 12:00 p.m., el lugar es para aproximadamente 60 personas y el costo promedio por persona va de $180 a $240.
